Por cuarta vez en 14 días de huelga de hambre, Adolfo Bécar, presidente de la Fenats base del Hospital Regional de Concepción, y Gloria Cancino, presidenta de la Fenats base del Hospital Traumatológico, fueron desalojados por Carabineros desde el interior del recinto asistencial penquista.

El histórico dirigente de la salud ha sido sindicado como el promotor de la movilización que lleva el gremio y que ha obligado a suspender más de 161 intervenciones quirúrgicas.

La génesis del conflicto es una sanción que se le aplicó al propio Adolfo Bécar y que consiste en suspensión de su empleo por tres meses con goce de la mitad de su sueldo.

El sumario contra Bécar se inició en 2014 por una denuncia por persecución laboral en una movilización que provocó la salida del cargo de enfermera coordinadora del Servicio de Medicina de la denunciante, que es la esposa del actual director del hospital, Carlos Capurro.

El gremio de salud, al igual que el dirigente afectado, ha sostenido que la investigación es inválida, ya que habrían vicios legales tales como haber excedido los plazos que la normativa fija para una investigación de este tipo y porque no se comprobaron los hechos por los que fue acusado.

"No pueden ser más de cuatro años y ya pasaron cuatro años y siete meses (...) Yo llevo como 14 años de dirigente y he visto sumarios, y nunca vi uno donde el tema es echar a alguien y no comprobar si los hechos fueron o no reales", detalló Bécar.

CALLAR UN GREMIO

El dirigente de la salud calificó como una situación de revancha la sanción en su contra y aseveró que con esta medida se busca callar a la Fenats y generar miedo para que no se denuncien las eventuales irregularidades del hospital.

"Este no es un sumario en mi contra, sino que busca callar a la Fenats (…) Lo que quieren es atemorizar a los trabajadores para que esto se transforme en lo que era antes, un hospital en donde nadie hablaba, en donde se dice que el médico está en pabellón, pero está en la clínica atendiendo. Aquí se guarda silencio, pero la Fenats no está dispuesta a eso", sostuvo. Agregó que su gremio es el único que denuncia las falencias y la mala gestión del recinto asistencial.

Sobre el impacto que la movilización ha generado en los usuarios, considerando que van más de 160 intervenciones quirúrgicas suspendidas, el dirigente de la Fenats planteó que "si la voz de la Fenats tiene que levantarse, le pedimos todas las disculpas a la población, pero la pregunta es, si se calla la voz de la Fenats ¿quién va a hablar?".

En cuanto a la posibilidad de que lo persigan penalmente, tal como lo anunció el Consejo Consultivo, entidad que representa a la comunidad, Bécar cuestionó la validez del cargo que tiene Félix Adlerstein como presidente de dicha entidad.

Detalló que están abiertos al diálogo y que la única persona que puede terminar con la movilización es el director del recinto, Carlos Capurro.

Tras el desalojo, Bécar y la otra dirigenta de la salud retomaron su huelga.