Desde junio recién pasado se volvió realidad el proyecto cuyo resultado es el primer centro de avistamiento de aves en un embalse hidroeléctrico en Chile y está en la Región del Biobío.

La iniciativa ha sido impulsada por la empresa Colbún y en sus instalaciones tiene una estación de monitoreo en el Centro de Visitantes de la Central Angostura, ubicada a 54 kilómetros al oriente de la ciudad de Los Ángeles, punto desde el cual se pueden operar dos cámaras de alta definición para ver en tiempo real alguna de las 76 especies de aves que han colonizado de manera espontánea una ensenada del embalse.

Así, se da vida a un módulo interactivo donde los visitantes pueden aprender más sobre las distintas especies presentes en la zona y también de saber más sobre las características del sector de avistamiento, además de tener la oportunidad de manipular las cámaras para dirigirlas al sector del embalse donde se pueden observar las aves.

VALOR ECOLÓGICO

Pero, ¿cómo se gestó el centro de avistamiento de aves?

La respuesta está en los propios trabajadores, que fueron los que notaron que cada vez llegaban más aves al lugar. Así, entre 2017 y 2018 se realizó un monitoreo sistemático sobre la presencia de especies que hizo concluir que la ensenada reunía características extraordinarias para una gran diversidad de aves silvestres, manifiesta Eduardo Pavez, experto en aves, presidente de la Unión de Ornitólogos de Chile (Unorch) y gerente de Bio América Consultores, encargados de monitorear.

Al respecto, Pavez destaca que la explicación a esta riqueza natural, se debe a las características del embalse, detallando que "al tener mínima regulación permite el desarrollo de vegetación ribereña, que constituye un refugio y lugar de alimentación para las aves. Además, existen distintos niveles de profundidad y esto genera varios ecosistemas de alimentación distintos y por eso la gran variedad de especies presentes en la zona".

En este sentido, a la fecha se ha detectado la presencia de 76 especies, entre ellas 3 endémicas (perdiz chilena, turca y churrín del norte); 3 exóticas (pato doméstico, codorniz y ganso); y 6 aves clasificadas en Chile por su estado de conservación: pato anteojillo (casi amenazado); pato cuchara, becacina, torcaza, hued hued del sur y bandurria (todos en categoría de preocupación menor).

Además, hay especies adicionales que cuentan con categoría vigente en el marco de la Ley de Caza: el cisne de cuello negro es considerado "en peligro", mientras que el peuquito y la gaviota andina son consideradas raras.

PROTEGER BIODIVERSIDAD

A partir de lo expuesto, Daniel Gordon, gerente de Medio Ambiente de Colbún, recalca que el diseño y la construcción de este centro de avistamientos de aves es la cristalización de la motivación de cuidar el entorno, la flora y fauna presentes, y los ecosistemas , aprovechando y potenciando todas "las oportunidades de protección de la biodiversidad que nos ofrece el Embalse Angostura", precisa.

También opina que la posibilidad de concretar esta iniciativa ha sido importante para destacar el efecto medioambiental positivo que ha generado el Embalse Angostura, lo que desde su perspectiva demuestra que cuando "proyectos hidroeléctricos son bien diseñados y construidos pueden ser un aporte a su entorno" y lo que buscan es que la zona del embalse se vuelva un polo de atracción para la observación de la gran diversidad de avifauna, y así contribuir a su preservación, sobre lo que también dice que con su funcionamiento esperan enriquecer la propuesta de puesta en valor ambiental y de turismo del lugar, para lo que junto a la comunidad también se ha impulsado un circuito turístico que forma el Parque Angostura, donde hay senderos, un mirador y un centro botánico, entre otros espacios.

Durante las últimas semanas hemos sido testigos de los millones de profesores que se encuentran en paro en reclamo por condiciones más justas y dignas, tanto para ellos como para sus estudiantes.

Pero, centraré esta columna en aquellos que ya no están dentro del sistema educativo, y que de alguna forma fueron olvidados e incomprendidos por un sistema poco acogedor y que se hace cargo solo de algunos.

Hace un tiempo, el Hogar de Cristo dio a conocer cifras importantes sobre un estudio que realizó la Universidad de Chile, en el cual se estimaba que cerca de 360 mil niños y jóvenes se encuentran hoy fuera del sistema escolar.

Pero, más allá del número y la discusión generada con el gobierno, es importante que nos centremos en lo que hacemos hoy para que estos niños y jóvenes retomen sus estudios y se integren nuevamente al sistema escolar "formal". Aquí es, entonces, donde las "Escuelas de Reinserción" tienen un rol importante en las estadísticas de retención.

En la actualidad, la Fundación Súmate (del Hogar de Cristo) es un claro reflejo del trabajo organizado en nuestra región en lo que respecta a reinserción, pues llevan a cabo un proyecto que busca mantener en los sistemas escolares a los estudiantes con mayor riesgo, y apoyarlos a través de programas socio-educativo, con el objetivo de lograr, en el futuro, prevenir el incremento de estas cifras y encaminarlos positivamente a la educación superior.

Cabe destacar que aquellos estudiantes que hoy están fuera del sistema educativo, son aquellos que presentan mayores dificultades a nivel familiar y en el entorno más cercano, principalmente por condiciones económicas muy desfavorecidas, lo que hace propicia la interrupción de los estudios, generándose un círculo vicioso que, sin duda, genera más pobreza.

Otro aspecto importante son las expectativas de los niños y jóvenes respecto a los estudios, porque cuando hablamos de expectativas pareciera ser que solo nos enfocamos en factores intrínsecos, como son la motivación, las capacidades o las habilidades, entre otros, pero sin ver una parte importante y éstas son las decisiones en torno a la interrupción de los estudios; siendo éste también un ítem en el que se debe poner atención y esfuerzo para abordar y evitar la deserción.

jefe de carrera de Psicopedagogía, IP Santo Tomás.