Donación altruista
¿Es posible la donación sin ningún tipo de riesgo y sin debilitar la condición física de las personas? ¡Por supuesto! Cada ser humano cuenta con un tejido renovable, propio e insustituible: la sangre. En el presente cada país, incluyendo el nuestro, necesita de manera imperiosa cientos de unidades de sangre cada día, por lo que el manejo del stock de este líquido vital es una tarea constante y permanente en el tiempo, que requiere del esfuerzo de cientos de profesionales, técnicos y administrativos en todo el territorio nacional para así asegurar el derecho a la salud y a la vida de muchas personas.
Este gran esfuerzo diario no podrá ser exitoso sin la participación del donante altruista de sangre; aquella persona que siente y empatiza con el prójimo, aquella que desde el anonimato está dispuesta a regalar constantemente ese "elemento mágico" que literalmente salva vidas y contribuye a la recuperación de miles de pacientes. Y lo hace sin esperar nada a cambio, solo con la íntima satisfacción moral de ayudar.
La figura del "Donante Altruista", que hoy 14 de junio celebra su día mundial y propuesta por la Organización Mundial de la Salud es una meta del Estado y del Ministerio de Salud de Chile, que consiste en transformar a un donante "eventual" en uno "regular", esperando alcanzar, de aquí al 2020, que más del 50% del total de donantes que colaboran con los centros de sangre en el país se conviertan en "Donantes Altruistas".
¿Qué se necesita para lograr este objetivo? Educación desde los primeros años de vida escolar para sensibilizar a las nuevas generaciones. Difusión, para cambiar nuestros paradigmas, eliminar el temor y los mitos en torno a la donación de sangre y, sobre todo, abrirnos como sociedad hacia las personas que sufren.
Ser capaz de donar sangre es entregar ese "elemento mágico" que nos hace mejores personas. En una sociedad que nos ha vuelto más indiferentes hacia los otros, en gran medida por el excesivo materialismo al cual consciente o inconscientemente hemos adherido, mirar a nuestro alrededor y compadecernos del dolor ajeno constituye un valor que humaniza, que permite darnos cuenta que una sencilla acción, que no constituye ningún riesgo, puede cambiar para siempre el destino del que hoy sufre y preguntarnos si nuestro propio destino también dependerá de otros algún día.
jefe de carrera TNS Lab. Clínico y Bco. de Sangre
IP Virginio Gómez