Pese a que las cifras no son desconocidas por las casas de estudio de educación superior en la zona, el alto consumo de estupefacientes sigue siendo una preocupación para los planteles locales.

Gustavo Marín, jefe del departamento de salud estudiantil de la Universidad del Bío-Bío sede Concepción, recordó que desde hace 11 años hay un trabajo coordinado con Senda en esta temática. Sin embargo, coincidió en que los factores externos han influido directamente en las altas cifras de consumo. "Tenemos el resurgimiento de nuevas patentes asociadas a la venta de alcohol alrededor de nuestra institución y cada vez están surgiendo más puestos pequeños, incluso desde la mañana", afirmó.

Marín insistió en que se necesita un trabajo intersectorial, que incluya al municipio, que se sume a la promoción que se realiza al interior de la UBB. "Nuestra promoción y prevención está focalizada hacia la prevención de daño, enseñamos a cómo lidiar con las mezclas de drogas con el alcohol y sus efectos, porque el acceso hoy ellos lo tienen".

Patricia Jara, directora del programa interdisciplinario de drogas de la Universidad de Concepción, detalló que el trabajo debe partir desde primer año para detectar problemáticas desde el origen: "Se requieren más estudios para ver cuál es el origen. Cuando no se traen o no vienen esas habilidades preventivas, debemos tener un medio para detectar estas problemáticas para apoyarlos durante el ingreso. La etapa del mechón es donde debemos afrontar este tema".