La ubicación de un local comercial ha constituido, clásicamente, un elemento diferenciador; y su arriendo, una de las variables más sensibles en un proyecto de inversión. Si la ubicación de un comercio asegura altos ingresos, su arriendo será, de igual forma, oneroso.

Una locación estratégica permite acceder a un alto flujo de personas que tiene la necesidad de realizar gestiones en el centro de la ciudad o comuna. El consumo se transforma, entonces, en una consecuencia de trámites como pagar cuentas e ir al banco, entre otros.

Lo anterior, sin embargo, se ha visto, sostenidamente disminuido, ya que estas diligencias pueden realizarse de manera virtual sin la necesidad de concurrir físicamente a hacerlo. El retail, por su parte, ha profundizado las ventas virtuales o multi canal (compra virtual y retiro físico desde la tienda), mientras que la compra a través de plataformas seguras, incluso a otros países, se ha convertido en una opción más conveniente tanto en costo como en tiempo.

Si antes la ubicación física del local y la posibilidad de pagar con dinero plástico se traducía en facilidad de compra, hoy es insuficiente en el marco de esta nueva economía. Los arriendos de locales y la oferta física de bienes y servicios podrán verse sustituidos por espacios virtuales en los que la relación entre ofertante y consumidor pasará lenta, pero definitivamente, a un modo virtual.

Esto conforma una gran oportunidad no sólo para las grandes tiendas, sino que, especialmente, para el comercio detallista de la ciudad. Así, el comercio virtual se ha ido instalado como la forma de hacer negocios. ¿Estará preparándose el comercio para aprovechar las oportunidades que ofrece esta nueva economía?

director de

carreras área de administración y negocios Inacap sede Concepción-Talcahuano.