Una iniciativa, cuya séptima versión busca ir más allá de los cinco días que dura la llamada "Semana de la educación artística", que entre los días 13 y 17 de mayo cruzará las artes y las ciencias bajo el lema "Arte y naturaleza: conciencia en acción".

La idea, tal como explicaron ayer las autoridades durante el lanzamiento realizado en el frontis de la Casa del Arte, es hacer un llamado para reflexionar sobre la relación que "establecemos con los ecosistemas", con el fin de concretar cambios que apuesten por una convivencia ciertamente más respetuosa y sostenible con el entorno natural.

"Lograr cambios para convivir mejor, y que los círculos establecidos construyan redes de colaboración a largo plazo. Que el arte sea una herramienta transformadora para formar públicos más críticos. No meros observadores, sino con una visión", dijo Paulina García, seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

La autoridad hizo el llamado para que el arte tuviera un link con la naturaleza y el medioambiente, con el centro en la educación de las nuevas generaciones.

"Uno de los principales desafíos de este año es que los vínculos establecidos entre las instituciones durante estos días se conserven y se proyecten en redes de colaboración a largo plazo", comentó la seremi, indicando con ello que esto traspasara la semana. "Ojalá se extendiera y fuera el mes o el año de la educación artística, ya que el arte siempre debe estar presente", apuntó, en alusión a la necesaria formación espiritual de los jóvenes, y cómo el arte puede acercar otros temas.

"La expresión artística es una herramienta transformadora, que moviliza y genera ciudadanos mucho más críticos y reflexivos", enfatizó García.

Por lo mismo, comentó es que este año las actividades se orientan a relevar las acciones, para "el cuidado del medio ambiente haciéndonos partícipes, que seamos agentes de cambio para que nuestro paso por el planeta sea más sustentable".

LA FORMACIÓN

Como el año pasado, el evento le dio espacio a que los nuevos talentos mostraran los frutos de su cercanía con el arte y la expresión. Un ejemplo de aquello fueron los sonidos de la Big Band de Hualpén, agrupación formada en 2010 y que ya suma dos generaciones de alumnos bajo su alero. "Somos un semillero para futuros músicos con una vocación laboral y artística", resumió Fernando Toledo, director de la agrupación de 20 músicos -promedio 14 años- que actualmente cuenta con apoyo económico de Enap.

En la ocasión, también estuvo un grupo de alumnas del Liceo Enrique Soro de San Pedro, con énfasis en lo artístico, pintando in situ inspiradas por lo local.

Fernando Peña, seremi de Educación, puso énfasis en los aspectos positivos de la iniciativa. "Es importante que los estudiantes tengan una visión más integral de la realidad y de su entorno, y tenemos la certeza que el arte y la cultura mejoran el proceso de aprendizaje, con un gran impacto en la formación de jóvenes".