BioBioCine decreta la avenida del cine local con 106 películas
Francisco Toro, director de BioBioCine (BBC) desde su primera versión en 2013, siente que este festival no necesariamente tiene un carácter internacional. Por el contrario, dice, el evento con sede en Concepción es de naturaleza intercultural, y como tal puede observarse en los días presentes.
"Se trata de un acto de sentires, de mirarnos y aceptarnos desde nuestras diferencias", resumió Toro durante la inauguración del mismo, la noche del lunes, frente a un colmado Teatro Concepción, escenario al que regresó luego de dos años de ausencia.
Lo anterior, con el agregado de las manifestaciones que se dieron a la misma hora relacionadas con TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica), las que aportaron algo de tensión.
En esta séptima versión, el festival suma 106 proyecciones programadas hasta el sábado, en cuatro salas del tramo central de la capital regional. La cinta que subió el telón fue "Perro Bomba".
Tal como lo manifestó su director, Juan Cáceres, previo a la proyección, una obra "hecha con el corazón". Palabras en referencia a que tanto el equipo técnico como los actores involucrados, lo dieron todo desde que la apuesta comenzó a tomar forma hacia 2016.
Ahora, y más allá de las ganas, lo cierto es que la cinta apreciada pudo tener las intenciones de despegar, desde el punto de vista dramático/narrativo. Sin embargo, la trama en 80 minutos se queda en un relato casi sin matices, y que se introduce con muchos lugares comunes y estereotipos en el drama de los migrantes haitianos llegados al país. Uno que, aún cuando los recibe, tiende a ponerle dificultades en el camino.
Como ejemplo sirve el personaje de Alfredo Castro, dueño de algunos diálogos e intenciones obvias y esperables, según se fueron dando sus intervenciones.
Contra esto, Cáceres igualmente ilustra desde la forma, el mundo que se piensa construyen los extranjeros en este país. Queda ilustrado en el registro y la suma de una serie de aspectos, desde la comida a los bailes. Allí aparece Steevens, un migrante que se transforma en una personalidad con matices, miedos, sueños y frustraciones, en una realidad patria que no es la suya.
SIGUEN LAS PELÍCULAS
BioBioCine 2019 guarda un concepto que este año cobra mucho sentido, a partir de la forma en que están distribuidas las salas de exhibición, todas bautizadas con nombres mapuches.
"Como estamos en la semana del cine, como festival hemos decretado la avenida del cine", llamó Toro, aludiendo que esta ruta comprendía las salas del Colegio Médico, Alianza Francesa, Teatro UdeC y el Aula Magna.
"La idea es que en cada una con sus proyecciones nos pongamos frente a temáticas de reflexión, que nos permita mirarnos y entender nuestras diferencias, con el fin de construir un mejor lugar para vivir", comentó, enfatizando que hasta el sábado se proyectarán 42 producciones chilenas (la primera edición del festival tuvo 20 películas).
Del total de las obras presentes este año en la programación, un total de 29 películas están instaladas en la Competencia Internacional de Largometrajes y Cortometrajes. El resto, se distribuyen en los otros espacios de programación. Ahí están "Venas abiertas", "Puelmapu", "Marginales" y "Cin(e)xperiencias". En la última, explicaron los organizadores, se suman artistas invitados y performance en vivo que complementarán las exhibiciones.
Dos de las secciones que concitan más atención -son premiadas por el público- son "Hecho en Chile" y "Hecho en BioBio".
BioBioCine, producido y organizado por Imaginaria Audiovisual y Molotov Cine, cerrará este año con la película "Cómprame un revólver" (2018), del cineasta mexicano Julio Hernández Cordón. "Es su más reciente trabajo, que tuvo su estreno mundial en la Quincena de Realizadores del 71 Festival de Cannes", destacó Francisco Toro respecto a este realizador de quien se ofrecerán tres obras.