"Sé que soy carta de todas maneras, soy carta electoral porque tengo trayectoria e historia. Si se me pregunta para qué hoy, no lo sé. Son materias que deben ser conversadas con el partido y familia. No tengo esa claridad ahora". Así proyectó Jorge Ulloa su futuro, a pocas horas de dejar su cargo.

Atrás quedan las complejidades que vivió en el edificio de avenida Prat 525, que ayer lo vio entrar por última vez, tras 13 meses como jefe regional. Cargo que quedó en manos de su correligionario, Sergio Giacaman.

Ulloa explica las razones de su salida y también habla sobre el difícil momento vivido por el fallido anuncio de toque de queda, durante la emergencia por los incendios forestales en febrero pasado.

-No. Hay que partir de la base que cuando el Presidente nos pide hacernos cargo, lo hace en determinadas circunstancias: una tremenda cesantía, bajo crecimiento, mucha desconfianza. Y todo eso se supera. Al superar eso es lícito que el Presidente quiera dar un impulso distinto a lo que viene. Por tanto, aceptó mi renuncia, que por lo demás, siempre estuvo en la mesa, desde el día uno, porque yo nunca quise ser intendente. Y esto es un tema no menor, yo planteé que no quería ser intendente y en la UDI todos los saben. Así lo manifesté en Santiago, pero cuando alguien me dijo: "¿y si te llama el Presidente?" La vieja tradición republicana dice que no se puede decir que no. Y cuando resolví, me llamó su Excelencia y me sentí muy honrado, pero siempre con el predicamento de que en el minuto que se sintiera la necesidad de hacer un cambio de giro estaba el cargo disponible.

-Usted lo acaba de decir, es difícil, pero no imposible. De hecho hay un serie de entrenadores exitosos que se fueron. Eso fue lo que ocurrió independiente de lo que se diga.

-Uno cuando está en estos cargos sabe que tienen fecha y la mantención es diaria. Son cargos que claramente no dependen de quién lo ejerce, sino de quien lo ha entregado. Eso hay que respetar, entender y compartir, y así lo hago. Respecto de estar golpeado, eso no es así. Claramente, éste es un trabajo que hice con todo mi empeño, que no es fácil dejarlo porque uno busca siempre hacer mucho. Pero parto de la base que son decisiones y que no son de uno.

causas

-Las rencillas existen y han sido permanentes y eso no lo puedo negar. No puedo decir otra cosa que el argumento del reimpulso. Ahora, frente a las rencillas o los esfuerzos que alguien haya hecho para mi salida, es legítimo. No soy moneda de oro que le guste a todo el mundo. Pero, de ahí es que ese fuera el motivo, no.

-Esa es una interpretación que afuera se puede hacer, pero tiene dos problemas. Lo primero es que si fuera así revelaría una torpeza mayúscula de dividir a la UDI y no creo eso. Esa sí que sería un torpeza, una idiotez y claramente en la UDI han existido elecciones internas que una vez que terminan se acabó el punto.

-La pregunta es cuándo el equipo ha sido lejano a ella. La senadora y todos los parlamentarios de Chile Vamos tenían pleno acceso a nosotros. Esto de ser cercano o no, es dudoso. Tengo cercanía con todos los parlamentarios de Chile Vamos, incluida la senadora Van Rysselberghe.

Toque de queda

-Aquí da lo mismo lo que podría haber opinado un ministro o este intendente. Aquí la facultad es del jefe del estado de emergencia. Con el señor almirante (Carlos Huber) habíamos estado toda la noche en combate de incendios. Cuando hacemos ese anuncio yo efectivamente lo recojo y lo doy, porque es una decisión de él (Huber), que respaldé absolutamente, ya que estábamos bajo una situación muy compleja. Ustedes ignoran los problemas que pasaron esa noche porque estaban durmiendo. Había opciones que se nos prendieran casas en diversas comunas. Estábamos en una situación que era asfixiante y en ese instante el almirante me dice: "Mire , tenemos que tomar una decisión" y la respaldé. Después de aquello, hacemos el control de uno de los incendios, viene la conversación entre los tomadores de decisión, que incluye a los ministros. Ahí se toma la decisión de revertir algo que nunca se implementó. No me puedo hacer cargo de las interpretaciones que hacen las redes sociales. Tenía un problema mayor en ese momento, que luego de haber controlado todos los incendios llegamos a la decisión de que no era necesaria. Fue correcto hacer el anuncio, porque eso nos ayudó.

-A mí Espina no me llamó, llamó al comandante Huber. Después de eso es que el ministro Espina anuncia, después de haber conversado con el comandante Huber, que eso no iba a ir. Pero esto es después, luego de que controlamos. La decisión de que eso no iba a ir se tomó en conjunto con él (Espina). Esa decisión (toque de queda) se tomó al calor del problema que tuvimos y que después, cuando se controla todo, se decide que no se iba a implementar. Respecto del debate, yo estoy para controlar la vida de mis compatriotas y no el debate.

-

-Vinieron por la emergencia. No sólo llegaron al Biobío, sino también a La Araucanía. Los ministros estaban desplegados y decidieron venir al Biobío.

-Con el ministro nos conocemos hace 40 años, con suerte me echó un garabato y no más.

Ultimos días

-Sí, pedí ser recibido. Durante el año pedí reuniones con él cinco o seis veces. Siempre le pedí que me recibiera, por cosas muy específicas. Ahí uno evalúa siempre con su superior lo que está ocurriendo.

-En todas las reuniones le dije al ministro del Interior: "Cada vez que usted necesite, la libertad de acción la tiene".

-Siempre la información sobre si uno va a ser candidato la estaban pidiendo y yo había dicho que no. Esas son materias que se conversan, son de alto interés para las autoridades.

-Es posible, probable, está dentro de las opciones. En todo caso, a mí, su Excelencia jamás me condicionó el nombramiento a eso.

-El ministro del Interior me llama en un momento determinado, después de aquello, y me dice que el Presidente decidió aceptar mi sugerencia de dejarlo en libertad de acción. Esto fue después del martes. En el comité político del jueves dije que estas decisiones no son de la Región, sino del Presidente y, en cuanto no exista esa decisión, no había nada.