Hablar de Julio Castro Sepúlveda es hacerlo de uno de los académicos más involucrados en el desarrollo de la educación superior en nuestro país durante las últimas tres décadas: fue rector de la Universidad de Viña del Mar, prorector de la Universidad de Valparaíso y jefe de división de Educación Superior del Mineduc en el primer gobierno de Michelle Bachelet, entre otros.
Precedido de ese currículum, el licenciado en Filosofía y magíster en Gestión y Políticas Públicas del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile asumió hace algunas semanas la rectoría de la Universidad Andrés Bello (Unab) con casi diez años en la zona y una matrícula actual superior a los seis mil alumnos.
En su primera visita a la zona, la autoridad fijó posición respecto al rol que debe jugar la casa de estudios que tiene más alumnos en el país, su posicionamiento en la Región y la proyección en materias de educación superior: "Busco conocer a la gente más que como funciona cada sede; no quiero relacionarme exclusivamente a través de los vicerrectores, sino que a reunirme con todo el mundo: ojalá venir una vez al mes".
-Este es un polo de desarrollo universitario importante, con planteles tradicionales y universidades privadas que nacieron acá. Nosotros llegamos acá con una mirada de región, sin repetir lo que hicimos en las demás sedes, sino que posicionándonos y ganando espacio, para ser un actor relevante en el desarrollo regional. Queremos ocupar todos los espacios para tener una voz que potencie el desarrollo; pero también que nuestros alumnos se pongan a disposición de los problemas que tiene esta región. En diez años hemos ganado un espacio y nos podemos sentar de igual a igual con todas las instituciones y organismos; no estamos para competir con las demás universidades, para cooperar con ellos.
-Hemos avanzado mucho en la sede y a nivel nacional; somos una universidad joven con 30 años, pero si haces un balance de lo hecho, somos la tercera universidad del país en publicaciones e investigación, lo que es un logro grande pensando en que somos una universidad privada, y eso no es algo habitual. La sede es referente, y debemos seguir creciendo a nivel de educación continua, no sólo en doctorados o postgrados, sino que cursos cortos y diplomados, ya que debemos entender que la educación es un proceso continuo, con un abanico de posibilidades para quienes egresaron de nuestras aulas. Más que cabezas bien llenas, este país necesita cabezas bien hechas.
EDUCACIÓN SUPERIOR
-Se ha ido diluyendo. Creo que la única distinción que se puede hacer en un país es entre privadas y estatales. Hay algunas que se van a enojar, pero las universidades privadas con vocación de pública son privadas; la vocación existe en la medida de que lo que hacen es formar profesionales para el crecimiento del país. Las universidades del Estado tienen obligaciones distintas, y debe existir un trato preferente con rendición de cuentas de lo que el propio Estado quiera hacer: La Universidad del Bío-Bío ha potenciado el desarrollo de la madera, por ejemplo, pero es innecesario que tenga una facultad de Medicina y existen otras necesidades y esas las debe enfatizar el Estado.
-Estuve en algún momento cuando presidí otra universidad. Yo no tengo ningún problema en hacerlo, pero depende de las condiciones y además hay que pasar por un examen de los socios internos. Es algo poco adecuado, aparte hay rectores privados que están en el sistema de admisión, pero no pueden decidir nada. Quiero que reconozcan el proyecto educativo, pero no cambiarlo para entrar. No me quita el sueño.
-Nunca la educación superior en los últimos treinta años fue una prioridad para el Estado; recién en los 90' se comenzó a discutir sobre eso pero no han habido políticas de Estado, sólo soluciones de emergencia que mutan dependiendo del gobierno. Hay temas que son relevantes como la calidad, donde hemos aprobado leyes y después las hemos cambiado, limitándonos a indicadores y cifras por ejemplo en temas de retención.
-La evaluación se volcó a indicadores objetivos, y hay que tener cuidado, ya que se deben buscar los indicadores para lograr datos relativos y predictivos de distintos fenómenos.
-No está en el horizonte próximo entrar en la gratuidad, en las condiciones que está fijada hoy, además pensada para seis o siete deciles; no están los recursos para gastarlos. Además son políticas mal diseñadas, que suponen que los alumnos se titulan en los años de carrera, sin el retraso de la malla. La solución no es entregar más recursos para financiar el sexto año; fue calculada mal y hay que buscar otro tipo de soluciones.