Científicos de centros locales realizan estudios en la Patagonia
Determinar cuáles son los procesos físicos y biológicos que están influyendo en el descenso de los niveles de oxígeno, es decir hipoxia, en las aguas del fiordo Puyuhuapi en la Región de Aysén, es el objetivo con el que un grupo de investigadores comenzó a navegar el pasado 23 de febrero en dicha zona de la Patagonia chilena.
El equipo está compuesto por ocho científicos del centro de investigación oceanográfica Copas Sur-Austral, alojado en la Universidad de Concepción, además de los centros i-Mar de la Universidad de Los Lagos, Cibas de la Universidad Católica de la Santísima Concepción y el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (Ciep).
El propósito de la expedición científica es realizar estudios que contribuyan a comprender el impacto de la hipoxia en los ecosistemas marinos. "En años anteriores habíamos concentrado nuestra atención en la medición continua de la hipoxia usando modernos sensores y mediciones en laboratorios, en colaboración con otros centros de investigación y universidades nacionales. Sin embargo, a partir de este año el esfuerzo de investigación se centrará en entender las causas que lo producen", afirma el doctor Iván Pérez-Santos, investigador de Copas Sur-Austral y de i-Mar.
Al respecto, recalca que "para tratar de entender mejor este fenómeno estamos usando tecnología de última generación y contamos con el mejor capital humano". Es así que durante la campaña de investigación, los expertos utilizarán anclajes de ADCP (medidores acústicos de corrientes marinas), microperfiladores (miden temperatura, conductividad y turbulencias de las aguas), trampas de sedimento, muestreos verticales de alta resolución del fitoplancton y zooplancton, los que serán combinados con datos meteorológicos de la estación que el Ciep mantiene en Isla Magdalena.
Sobre lo que se sabe hasta ahora es que el fenómeno, en algunos fiordos y canales de la zona patagónica, se produce por la llegada de aguas profundas de bajo contenido de oxígeno disuelto que proviene de la zona ecuatorial, además de la irregularidad del fondo marino que obstaculiza el intercambio con aguas más ricas en oxígeno disuelto. Además, aunque en Chile la hipoxia se presenta en los meses de primavera-verano y en la zona centro-sur de Chile, su rapidez y persistencia en el tiempo puede causar la mortalidad de moluscos y crustáceos que por su lentitud no pueden huir a zonas del mar más oxigenadas.
Fin de la travesía
Se proyecta que culmine el próximo 3 de marzo en Puerto Cisnes. Luego, comenzarán los análisis en los laboratorios de las instituciones que están participando.
Resultados
Los primeros hallazgos que se tengan de los estudios serán compartidos con la sociedad en talleres y congresos que se realizarán durante este año en Chile.