En su último año de circulación, la Revista Mocha, dirigida por Iván Monsalves, busca devolver a sus lectores el respeto y la generosidad con que recibieron sus contenidos literarios desde 2006, cuando apareció por primera vez entre los penquistas.
Es así como surge la idea de montar un espectáculo artístico para lanzar la edición que marcará, justamente, este tramo final. "La idea es lanzar en grande el primer número de nuestro último año, que tiene considerado cuatro en total. Esta se llama 'Mocha Amochincha' que es en parte una reedición de 'Mocha Mujeres' publicada en 2014, porque sentimos que era necesario volver con el tema", cuenta Monsalves.
El evento considera las voces de Pascuala Ilabaca y Carolina Aguilera "La Canarito" como representantes de la música folclórica. También está considerada la danza del colectivo local "Escénica en Movimiento".
La cita se llevará a cabo el próximo 1 de marzo, a partir de las 20 horas, en el Teatro Universidad de Concepción. "Queremos hacerla en este escenario para darle un mayor carácter y formalidad a la esencia de la revista y al tema de las mujeres", complementa.
La entrada general del evento tiene un valor de $6.000 y estudiante $4.000 (incluye de regalo un ejemplar de la revista). Venta en boleterías del Teatro.
CIERRE DE UN CICLO
La mítica publicación penquista cierra así un ciclo de 13 años difundiendo literatura contemporánea. A la fecha se han editado 30 números, con más de 100 escritores, tanto consagrados como emergentes. "La revista ha llegado a más de medio millón de lectores, lo que la convierte en una revista muy consagrada y bien posicionada en el medio", indica el director.
El motivo de esta decisión, cuenta, tiene que ver principalmente con la falta de financiamiento. "Siempre se ha mantenido de pequeños aportes de privados y de su venta. Cada vez existe menos interés por consumir cultura. Además los auspicios ahora apuntan más a espacios nuevos que tienen que ver con Internet y no con una publicación impresa. No existe la filantropía tampoco, nadie nos dice que la revista es importante y que hay que apoyarla. Nosotros anunciamos el cierre en octubre del año pasado y cuatro meses después nadie se acercó a nosotros", comenta.
Pero más que en el final, Monsalves, direcciona sus energías en los grandes momentos que tuvo su revista y en los logros alcanzados durante sus 13 años de recorrido.
"Siento mucha alegría, orgullo y agradecimiento a las personas que han participado de ella. No hay ningún tipo de pena. Haber sobrevivido más de una década y muchas veces con tanta dificultad, es un verdadero honor. Siempre se quiere más, pero me quedo con la sensación de que cumplimos", cuenta el director.
De todas maneras, asume que este desenlace también tiene que ver con su toma de decisiones. "Asumo que nosotros quizás fallamos en que por ética no aceptamos algunos auspicios. Sentimos que moralmente era correcto negarlos y quizás eso fue un error. Debimos privilegiar el trabajo, pero de cualquier manera hay mucha alegría por lo que se hizo. Así que en estos momentos esperamos que este último año ojalá sea mejor que los anteriores", finaliza.