Javiera Nova, de 12 años, es la primera beneficiaria con la nueva cobertura de la Ley Ricarte Soto que logró implementar el Hospital Las Higueras, por medio de la entrega de bomba de insulina para pacientes pediátricos que padecen Diabetes Mellitus Tipo 1.

El doctor Julio Soto, endocrinólogo infantil y Jefe del Programa de Diabetes Pediátrica del hospital, explicó que la gran mejora por el uso de la bomba es que simplifica el manejo de la enfermedad ya que elimina las cuatro, o más, inyecciones al día que deben ponerse los pacientes, cambiándola por la administración continua que hace el equipo.

"La otra ventaja es que el dispositivo tiene un sensor que, al detectar una baja de glicemia, suspende la administración de insulina, lo que protege a los pacientes de hacer una hipoglicemia, las que pueden ser severas y tener complicaciones más graves", dijo.

La joven, quien fue acompañada por su padre, se manifestó muy contenta de tener este equipo ya que es mucho más cómodo para ella y su familia: "Es un cambio de vida ya que no me voy a inyectar más y para mis papás y mi familia entera". El padre agregó que "ha sido un buen cambio de vida, nos ayuda harto para estar más tranquilos en cuanto a su diario vivir. Muy contento y muy agradecido, a la vez, con los doctores".

La directora del Hospital Las Higueras, doctora Patricia Sánchez, detalló que el hospital y sus profesionales se prepararon más de un año para poder entregar este beneficio y que la paciente y su familia también han cumplido todos los requisitos para acceder y manejar el dispositivo: "Ella lo ha hecho espectacular en los primeros cuatro días que lleva puesta su bomba y de hecho ha manifestado su bienestar clínico, ella dice sentirse mejor y mejor de ánimo, así es que esperamos seguir preparando más pacientes, de hecho estamos en ello".

El director del Servicio de Salud Talcahuano (SST), Carlos Vera, felicitó al equipo que hace posible concretar estos esperados beneficios para los usuarios. "Esta bomba cambia la calidad de vida de la persona y mejora la interacción familiar. Cuando hay un foco en una enfermedad y cuando esa enfermedad se transforma, es más llevadera, se transforma en un día a día mejor, para nosotros es importante" concluyó.

Autoridades regionales de Gobierno firmaron en los últimos días un compromiso por la Educación con Equidad de Género, propuesta a nivel nacional que se encargará de avanzar en formación de calidad sin sesgo, con oportunidades para hombres y mujeres, y sin violencia.

A nivel regional las prioridades se concentran principalmente en aumentar la participación de mujeres en carreras científicas, incorporar la agenda de género en la formación docente y las bases curriculares y emparejar una cancha donde si bien estudian más mujeres tanto en la educación parvularia, básica, media y superior, se logran vislumbrar brechas sobre todo en resultados de evaluaciones y en selección de áreas de estudio.

Marisa Barro, seremi de la Mujer y Equidad de Género explicó que en el último año se ha "realizado un trabajo largo con los distintos ministerios, la sociedad civil y la academia, para firmar un convenio con un plan de trabajo donde exista tolerancia cero a la violencia de género, las mismas oportunidades para las niñas y su futuro, así como también eliminando los sesgos en materia educacional".

BRECHAS POR SUPERAR

Al abordar los desafíos a nivel local, Barro explica que una de las principales brechas está en que "muchas menos mujeres tienen la oportunidad de las carreras del área Steam (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), y se generarán becas, y en distintos otros rubros".

Según datos del Consejo Nacional de Educación (CNED) sólo 10 mil mujeres estudian carreras superiores vinculadas con la ciencia y tecnología en Biobío y Ñuble (12,5% del total de mujeres que estudian de la zona), y en comparación por género, una mujer estudia carreras de la ciencia por cada cuatro hombres (20%).

Otra brecha clave por superar tiene que ver con la cantidad de profesionales mujeres participa en la educación parvularia. Según los datos abiertos del Ministerio de Educación, más del 85% de las evaluadoras son mujeres en los jardines que administra Junji e Integra.

Alejandra Navarrete, directora regional de Junji, explicó que "existe un sesgo cultural respecto a que hombres estudien educación parvularia. Hay varios campos donde uno se puede desarrollar, que no sólo se limita a las aulas y también es una decisión personal".

TRABAJO EN AULA

Otra área importante que contempla el plan, que tiene cinco áreas prioritarias -promoción, acceso, participación y trayectorias para una mayor equidad de género en el sistema, prácticas e interacciones de calidad para la equidad en el sistema, formación docente para la equidad de género en la práctica pedagógica, promoción de un ambiente sin discriminación, acoso y violencia, y estrategas e instrumentos institucionales para la mejora de calidad y equidad- se relaciona precisamente con el trabajo que se puede realizar dentro del aula.

Fernando Peña, seremi de Educación, detalló que con el compromiso firmado "queremos abordar desde los primeros años de escolaridad materias como la igualdad de oportunidades en acceso, el no sexismo y se busca incluir en todos los niveles formativos buenas prácticas que emparejen la cancha y eliminen las brechas de género".

Alejandra Navarrete, directora de Junji, añadió que en el caso de la formación parvularia "nosotros reforzamos la equidad de género, con juego de roles, participación de las familias en el proceso educativo de sus hijos. Contempla desde que el niño entra hasta que sale del jardín, formando de igual forma a los niños y niñas, además de un lenguaje inclusivo, diverso y respetuoso".

Ahí también jugará un rol clave el trabajo que se realice con quienes son y serán educadores, explicaron las autoridades. Eso se buscará instalar por medio de revisión de las bases curriculares y un trabajo interdisciplinar para que la educación que se entregue desde la sala cuna hasta las casas de estudios cuente con perspectiva de género.