El papa Francisco se negó ayer a tomar partido por un bando u otro en la crisis política venezolana, argumentando que ese no es su rol como pastor.
"Yo apoyo a todo el pueblo venezolano, que está sufriendo", dijo el Pontífice en el avión papal cuando regresaba de su peregrinaje a Panamá.
Y añadió: "Si yo entrara a decir 'háganle caso a estos países o a estos otros', me metería en un rol que no conozco, sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño".
"Las palabras las pensé, las repensé, y expresé mi cercanía y lo que siento. Yo sufro por todo esto... (Debe haber) una solución justa y pacífica. Me asusta el derramamiento de sangre. Pido grandeza a quienes pueden ayudar a resolver el problema", comentó Francisco.
"El problema de la violencia, a mí me aterra. No me gusta la palabra equilibrado. Tengo que ser pastor. Y si necesitan ayuda, que se pongan de acuerdo y la pidan", remató.
MÉXICO Y URUGUAY
La posibilidad de un diálogo que conduzca a la salida de la crisis, está en la mente de muchos. Sin embargo, hasta ahora no ha habido una propuesta formal que haya sido aceptada tanto por el Gobierno de Nicolás Maduro como por la oposición, ni menos una instancia concreta.
De todos modos, ayer el canciller venezolano, Jorge Arreaza, insistió en establecer diálogos para buscar una solución a la crisis política, incluidas conversaciones con Estados Unidos, país con el que el Presidente Maduro rompió relaciones la semana pasada.
Ante la prensa en Caracas, Arreaza saludó que los gobiernos de México y Uruguay, según dijo, estén promoviendo en la ONUabrir mecanismos de entendimiento ante el no reconocimiento de Nicolás Maduro como jefe del Estado venezolano por parte de numerosos gobiernos.
Consideró que este es el camino por seguir en medio de la tensión política que vive el país, sobre todo luego de que el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se adjudicara las competencias del Ejecutivo como Presidente encargado y recibiera el reconocimiento de varios países, como Estados Unidos.
Arreaza dijo que pese a que EE.UU. no reconoce a Maduro como Presidente, las embajadas de ambos países han mantenido comunicaciones luego de que Maduro ordenara la semana pasada la expulsión de todos los diplomáticos estadounidenses y el retorno de los funcionarios venezolanos que vivían en Estados Unidos.
"No hay ya personal diplomático de Venezuela en los Estados Unidos, han regresado todos", dijo el canciller, contrariando las versiones reseñadas en medios locales, según las cuales al menos tres funcionarios decidieron quedarse en Estados Unidos y reconocer a Guaidó como Presidente.
Informó que este año han recibido 42 notas diplomáticas de Washington, lo que significa "la más elemental comunicación entre dos gobiernos que se reconocen mutuamente", por lo que criticó la actuación "errática" de ese país al declarar que no reconoce al Gobierno de Maduro.
Ambos países, reiteró el canciller, mantendrán una "oficina de interés" durante al menos un mes para atender "elementos migratorios mínimos" y asuntos económicos.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, anunció el domingo que aceptó a Carlos Vecchio como encargado de negocios de Venezuela en Washington a propuesta de Juan Guaidó.
Y ayer, el Gobierno estadounidense anunció un paquete de sanciones contra la petrolera estatal venezolana, Petróleos de Venezuela. Las sanciones incluyen la congelación de todos sus fondos en EE.UU.
"están derrotados"
Por su parte, Juan Guaidó aseguró, a Televisión Española, que Nicolás Maduro y sus aliados "ya están derrotados" y pidió un apoyo más claro de la Unión Europea (UE) frente a "un dictador".
"A Maduro hoy solamente lo sostienen las armas de la República, como en cualquier secuestro de banco, y el manejar los fondos, que le queda poco tiempo", dijo Guaidó.