Modas Kiss, Sauré Roeckel, Quick Biss, Albano, Mamut, entro otros emblemáticos locales penquistas, han bajado sus cortinas en los últimos meses, algo que preocupa al comercio detallista. Este 2019 no se vislumbra muy auspicioso.
Las bajas ventas, el aumento del valor de los arriendos, el ingreso del comercio chino, el aumento de las compras por internet y las grandes empresas del retail, son sindicados por los comerciantes como los principales motivos de los cierres.
"Todo fue mucho ruido y pocas nueces, ya que se veía público, sin embargo, el resultado final arroja que el movimiento de 2018 fue similar a 2017. Pero se vendió un poco menos que el año pasado" .
De esa forma resumió la situación del comercio penquista el presidente de la Cámara de Comercio de Concepción, Arturo Della Torre.
una posibilidad
La compra por internet es otro de los motivos de la baja en las ventas, sin embargo, también es una posibilidad.
"Debemos dar el salto y actualizarnos. Tenemos socios que nos han contado que venden más sentados en el computador que lo que venden en el mesón. Independiente de que deban tener el mesón, porque el cliente va a retirar ahí mismo, ya hay comercio detallista que dice estar vendiendo a la par, es decir, un 50% de venta por internet y el restante en la tienda", detalló Della Torre.
Otro de los motivos que entrega el presidente de la Cámara de Comercio penquista, es la fuerte entrada de productos importados, ya que "en la ciudad se abrieron muchas casas chinas y todos ellos venden mercadería que nosotros mismos traemos importada, a muy bajo costo"
En este punto, coincide el dueño de la tradicional botonería "Carmencita", José Serrano.
"El cierre de negocios tiene mucho que ver con lo que venden. Hay rubros que deben competir con cosas que llegan a muy bajo precio o con tiendas muy grandes. Hay rubros que son más propensos a no resistir los cambios que va generando el nuevo sistema económico", comentó.
Para Serrano es importante que los negocios comiencen a jugar con las nuevas reglas que impone el mercado, sin embargo, no siempre sobreviven a esto.
"Es importante aprender a jugar con las nuevas reglas, pero no sé si este tipo de comercio está preparado. Muchos negocios de los que han cerrado, tenían dueños muy adultos y no manejan la parte tecnológica muy bien. La no innovación, los arriendos caros, la entrada de nuevos agentes poderosos en el mercado, hace que muchos negocios vayan sucumbiendo", sentenció.
Otro que coincide en la importación de productos chinos como un gran motivo que lleva al cierre de locales es el dueño de la zapatería "Divaley", Roberto Contreras.
"Las ventas han ido bajando año a año. El problema de fondo, es la facilidad que le dan a los comerciantes chinos para instalarse. Lo hacen con grandes capitales y nos perjudican a nosotros", comentó.
Para Contreras, la capacidad de sobrevivir de los negocios "va en la inteligencia de cada comerciante, con ofertas y comprar barato, para luego poder vender. Cada uno se las arregla solo. Por eso muchos han cerrado, ya que no han sabido llevar sus negocios o los gastos de arriendo. Al final todo esto va a morir, todos irán muriendo".
Para Alex Cattan, gerente general de Evita, "el proceso recesivo del consumo, que se hizo muy notorio en los últimos 2 años en nuestro país, causó un importante número de cierres del comercio tradicional de nuestra ciudad".
Para Cattan, la ciudad ha experimentado un notorio cambio en los hábitos de consumo, tal como lo demuestra el auge de la compra por internet.
Además, para el gerente general de Evita, el cambio y adaptación también son importantes para mantenerse: "Esta nueva crisis es un nuevo desafío para nosotros (como empresa). Nuevamente estamos modificando nuestro modelo de gestión y con ello se presentarán nuevas oportunidades".
Emblemático
"Jamás soñé que podía tener tanto cariño de la gente. Antes de irme, no podía salir al centro porque la gente me abrazaba y lloraba".
Así cuenta como vivió el cierre de la tienda María Blumel, dueña de Modas Kiss, con casi 60 años de vida en el centro de la ciudad.
Para Blumel, el aumento explosivo del retail y las importaciones, fueron los culpables del cierre de su tradicional local.
"Los grandes intentan hundir a los más chicos y eso me pasó a mí. Eso lo vi para la navidad de 2018 y eso hizo que me preguntara ¿qué hago aquí perdiendo mi tiempo? La gente me pide volver, pero ¿para qué? Uno no tiene apoyo de nadie.", contó Blumel.
"Las reglas del juego no son justas, menos para las pymes", sentenció.