Cerca de mil 500 personas relacionadas al sector pesquero llegaron a Santiago para manifestarse en contra del proyecto de ley que declara ilegal la pesca de la jibia con el sistema de arrastre y del veto presidencial que el Gobierno anunció para esta iniciativa.
Así, los dirigentes de los trabajadores industriales -que pescan el calamar con el sistema de arrastre- entregaron una carta en La Moneda "expresando al Presidente de la República que estamos en total desacuerdo del anuncio que hizo por intermedio del ministro Valente", dijo Sergio Vera, presidente de la Federación de Tripulantes de Chile.
Lo anterior, porque no incluye "a todo el sector arrastrero de media agua" e integra un sistema de pesca con cerco, "que no se condice con las condiciones que necesita el producto para ser consumido por las personas", criticó el dirigente a las afueras del Palacio de Gobierno.
VETO ADITIVO
El Ejecutivo anunció que presentará la próxima semana un veto aditivo que agregará la palabra "cerco" al proyecto de ley ya aprobado y que se encuentra listo para su despacho.
Sin embargo, los industriales, que pescan con el sistema de arrastre, exigen que el Gobierno recurra al Tribunal Constitucional para frenar la iniciativa y así no ser perjudicados.
Por ello, Vera dijo: "Si me preguntas hasta dónde podemos llegar, yo creo que de aquí los movimientos van a ser cada vez más fuertes porque los compromisos no se están cumpliendo, le exigimos al Gobierno que cumpla con llevar este tema al Tribunal Constitucional, que es donde creemos que se va a solucionar".
"El Congreso está actuando de manera irresponsable por populismo y no está haciendo caso a los antecedentes científicos", aseguró, tras enfatizar nuevamente que "la radicalización del movimiento se va a acrecentar porque no se están dando las condiciones que queremos".
Según el dirigente de los industriales, "en las administraciones anteriores a este proyecto se le declaró inconstitucional y en este Gobierno la oposición puso nuevamente en la mesa el proyecto".
El problema, según Vera, es que "no escucharon los informes técnicos ni a los trabajadores y pasó rápidamente por la Cámara y el Senado, teniendo un voto popular pero en ningún caso se vio la parte científica para poder aprobar este proyecto".