Actores locales valoran llegada de cuartel policial en Tirúa, pero ponen reparos
Reacciones encontradas generó el anuncio del subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, sobre la instalación de una nueva unidad policial en el sector costero de Quidico en Tirúa y el recambio de equipos especializados de la PDI en Cañete.
Las medidas fueron adoptadas, indicó Ubilla, luego de los sucesivos hechos de violencia que se han registrado en la zona sur de la Provincia de Arauco y que se incrementaron desde el 14 de noviembre, tras la muerte de Camilo Catrillanca en La Araucanía.
A la fecha van cerca de 30 episodios, entre ataques y cortes de camino.
Los gremios, por un parte, valoraron las acciones confirmadas por el Gobierno y manifestaron que están en la línea de lo que se requiere en ese territorio. Eso sí, la Asociación de Contratistas Forestales afirmó que las medidas deben ir ajustadas a un respaldo total del accionar de Carabineros.
En el otro lado, el presidente de la Asociación de alcaldes Arauco 7, Mauricio Alarcón, reconoció que hay una problemática que debe ser abordada, sin embargo, manifestó sus reparos por la falta de diálogo que han tenido este tipo de iniciativas.
FOCO EN INTELIGENCIA
Jorge Guzmán, presidente de la Multigremial del Biobío, indicó que cualquier cosa que se haga en el sentido de la seguridad de los habitantes de la provincia va en la línea correcta.
"Me parece muy bien el anuncio. Esto es lo menos que esperábamos como representantes gremiales y nos parece una buena noticia que se cambie el estatus de la PDI en la zona, para dar de una vez por toda con los autores de los ataques", enfatizó.
Guzmán mencionó que el foco debe estar orientado a la inteligencia policial en la zona: "Creemos que es la única forma de llegar a conocer quienes están detrás de estos pequeños grupos. Nosotros estamos claros que los violentistas son una parte mínima, pero los afectados terminan siendo todos los habitantes de este territorio".
René Muñoz, presidente de la Asociación Gremial de Contratistas Forestales (Acoforag), enfatizó que todo cambio debe ir de la mano de un respaldo y mayores atribuciones a Carabineros. "Es cierto que instalar una unidad policial en Quidico ayuda, pero la falta de respeto a Carabineros impide tener avances concretos frente a los ataques que ellos sufren por parte de estos grupos", dijo.
Muñoz agregó que "la situación del joven Catrillanca es lamentable, pero en otras situaciones Carabineros no se atreve a tomar acciones, porque no cuenta con el respaldo de las autoridades".
NO ES LA SOLUCIÓN
Iván Carilao, consejero nacional de la Corporación Nacional Indígena (Conadi), aseguró que la experiencia indica que el aumento de la presencia policial no es la solución. "En Tirúa no hay carencia de policías, actualmente hay un superávit de carabineros, sin embargo, no están resguardando los intereses de la gente y están orientados a los intereses forestales", sumó.
Carilao coincidió con el alcalde de Tirúa, Adolfo Millabur, respecto a que la presencia policial debe estar orientada a los delitos comunes y no a la protección de forestales: "La relación que hay son 70 carabineros para medidas especiales y sólo 20 ó 30 para enfrentar la situación de toda una comuna. Desconozco quién está detrás de estas decisiones, pero claramente éstas no se condicen con la realidad".
FALTA DIÁLOGO
Mauricio Alarcón, alcalde de Arauco y presidente de la Asociación Arauco 7, señaló que la forma de trabajo que se ha estado desarrollando hasta ahora no es la correcta. "No es una metodología que sea abiertamente participativa y abiertamente localista. Desde ese punto de vista, creo que hay mucho por hacer", insistió.
Asimismo, sostuvo que las estrategias policiales pueden ser buenas, pero deben ser trabajadas con la autoridad política de la zona y los propios alcaldes.
"Es cierto que la comunidad tiene temor y no se entiende que no se establezcan responsabilidades, sean de quien sean. Hay una sensación de impunidad tremenda y cuesta mucho entender las políticas reactivas más que preventivas", concluyó.