Aconsejan porciones pequeñas para celebrar este fin de año
Navidad y Año Nuevo están a la vuelta de la esquina, siendo dos de las festividades más esperadas por grandes y chicos, pues más allá de las creencias religiosas e ideologías, la mayoría de las personas les dan un sentido especial a la fecha, donde el foco está en disfrutar junto a los seres queridos de momentos especiales. Pero, para muchos también el anhelo tiene que ver con que se trata de dos noches, al menos, en los que se prepara una cena especial y de varios días donde productos como el pan de pascua, galletas navideñas o el "cola de mono" son protagonistas tradicionales.
Y sin desconocer lo deliciosos que son, y que sus aromas y sabores son identidad de la época navideña y de fin de año, se trata de preparaciones altamente calóricas, que aportan nutrientes críticos como azúcar y carbohidratos de rápida absorción, y que suelen ingerirse en exceso. Así, tras dos semanas entre banquetes y tentaciones, el resultado podría ser un par de kilos más, según plantean las nutricionistas Victoria Halabí y Paula Fuenzalida, directora y coordinadora clínica de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo, respectivamente.
Desde esta perspectiva, el llamado no es a evitar por completo estos productos ni negarse a disfrutar de ricas cenas en familia, sino que a tener un consumo responsable y aprender a elegir alimentos y recetas más saludables, pero igual de apetecibles.
En este sentido, ambas profesionales coinciden en que para prevenir un aumento de peso, alternativas de cenas sabrosas y no tan calóricas son las carnes magras acompañadas con verduras al estilo "thai", asadas, al wok, vapor o la plancha, pero no fritas. También aconsejan preferir salsas elaboradas con leche descremada y maicena, y evitar aquellas con crema, además de optar por postres con frutas de la estación sin adición de azúcar, chocolate o crema. Además, afirman que siempre será mejor el vino o espumante sobre el "cola de mono".
¿CÓMO COMER?
Aunque lo recomendado por las nutricionistas sería lo ideal para mantener los límites de lo que se considera una alimentación saludable durante los días festivos y evitar consecuencias como el temido aumento de peso, es también un hecho que para muchas personas éstas son las ocasiones para comer un poco más o para deleitarse con comidas que no son habituales, y que muchas veces son altas en grasas, sodio y azúcares, en el caso de los postres y los tradicionales productos ya mencionados.
Son gustos que es sabido que la mayoría aceptará darse, pero esto no significa que no existan acciones que permitan controlar caer en excesos que pongan en riesgo y no sólo el estado físico desde el punto de vista estético, sino también ciertas condiciones como la diabetes, hipertensión o dislipidemias, que pueden descompensarse o exacerbarse con una dieta inadecuada.
Al respecto, la nutricionista Josefa Rivera da como primer consejo respetar cada horario de alimentación y no saltarse comidas, pues ésta es una acción que muchos siguen cuando saben que en algún horario comerán de más. La también académica de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián, aclara que respetar cada tiempo de comida contribuye a evitar llegar a la cena con apetito, detallando que "es muy importante no saltarse comidas ni pasar más de cuatro horas sin comer. Se recomienda desayunar, incorporando alimentos como cereales integrales, lácteos y frutas; y tener un almuerzo y una once liviana. De esta manera, al llegar a la cena no habrá ese apetito voraz que se presenta cuando no se ingieren alimentos por varias horas".
Rivera afirma que comer pausadamente es también clave. "En las cenas de fin de año se suele comer rápidamente, ya que hay mucha comida. Pero, se recomienda concentrarse en comer de manera pausada, pues de esta manera se puede controlar la ingesta de alimentos", apunta.
En línea con el último punto, la profesional hace énfasis en que se debe cuidar el tamaño de las porciones. "Se recomienda medir las porciones en tazas pequeñas, y las de ensaladas o verduras pueden utilizarse en mayor cantidad, sobre todo aquellas que son crudas y de color verde por su menor aporte de calorías e hidratos de carbono, como por ejemplo lechuga, apio, espinaca, pepino y rúcula, entre otras", especifica.
En este sentido hace mención al Plato de Guías Alimentarias Basadas en Alimentos, más conocido como Plato Gaba, y que es la representación gráfica de una alimentación saludable y equilibrada para la población chilena, según estableció el Ministerio de Salud hace poco más de un año en reemplazo de la Pirámide Alimentaria, y la nutricionista precisa que "lo ideal es que la mitad del plato esté conformado por verduras, mientras que un cuarto debe estar destinado a la proteína (carnes rojas, pollo o pescado), y el otro cuarto al cereal, ya sea arroz, quínoa, papas u otro".
Considerando que las cenas de fin de año suelen tener distintos tiempos de comida, como entrada, plato principal y postre, otro consejo de Josefa Rivera es optar por una entrada liviana, preparada con verduras, pescados o mariscos, frente a otros productos como quesos, embutidos y aderezos, por su aporte de calorías y otros nutrientes críticos.
Por último, se detiene en el alcohol, llamando a evitar la ingesta, pues destaca que "son extremadamente calóricas", por lo que si se consume alguna bebida, sostiene que debe ser con moderación.