López Obrador asume Presidencia de México y promete transformar el país
El Presidente entrante de México, Andrés Manuel López Obrador, es sociable, franco y espontáneo, aunque tal vez demasiado para los mercados financieros, que se han tambaleado previo al cambio de mando de hoy.
López Obrador es el primer Presidente desde la Revolución Mexicana que ganó popularidad como líder activista y ve su llegada al poder como la "cuarta transformación" del país, luego de la independencia mexicana de España, las reformas liberales que acabaron con el dominio de la Iglesia en 1850 y la revolución (1910-1917).
Sus llamados a una cruzada contra la corrupción y su preocupación por la gente de a pie suelen asumir proporciones de misión moral, con un celo que se traslada a sus proyectos más personales, como un costoso ferrocarril rural, que desconciertan o alarman a los críticos.
mercados financieros
Entonces, ¿a quién escuchará? Está bastante claro que escucha a los mercados financieros, al menos cuando hacen ruido ante la posibilidad de tener un Presidente que en el pasado criticó a una "mafia de poder" en la que incluyó a importantes figuras del mundo empresarial.
Una agencia de calificación redujo la perspectiva de México a "negativa" y el peso y las bolsas cayeron en las últimas semanas, luego de las señales contradictorias del equipo de López Obrador, que forzaron al próximo Mandatario a ofrecer un mensaje conciliador.
"Se va a dar mucha confianza a los inversionistas. Los que inviertan en empresas, acciones, en el mercado financiero van a tener aseguradas esas inversiones y van a obtener buenos rendimientos porque va a haber un auténtico Estado de Derecho", explicó en un mensaje grabado cuatro días antes de asumir la Presidencia.
AMLO, como se le conoce popularmente, se jacta de escuchar a la gente y sometió sus proyectos estrella a una serie de "referéndums" no oficiales que ganó con un gran apoyo, aunque la participación fue de apenas un 1% del electorado. "Siempre vamos a estar buscando mayor legitimidad, respaldo ciudadano", manifestó.
Al mismo tiempo, el hombre que construyó su carrera política sobre la defensa de los pobres enfrenta un desafío enorme e inmediato: los miles de empobrecidos migrantes centroamericanos acampados en condiciones precarias en la frontera con EE.UU. y los miles más que van en camino. Donald Trump amenazó con cerrar los cruces fronterizos para impedir su entrada y AMLO, que en su día fue calificado de impulsivo, parece dispuesto a calmar las tensiones aceptando proporcionar un mejor alojamiento para los migrantes mientras esperan en suelo mexicano su oportunidad para pedir asilo en EE.UU..
personalidad
El próximo Presidente mexicano califica a sus críticos en el país de "fifí" -una palabra coloquial mexicana para describir algo elitista o frívolo- y dice que tienen que pasar más tiempo con los pobres y la gente de pueblos pequeños.
AMLO, que lideró las protestas contra la contaminación por hidrocarburos en su estado natal, Tabasco, se muestra amistoso aunque algo obstinado y con una suerte de carisma. Ciertamente, ningún otro político en la historia del país ha estrechado tantas manos ni recorrido más pequeñas y polvorientas ciudades industriales que él durante más de 12 años de campaña por la Presidencia.
Ese estilo cercano se hace eco de la autocracia popular de su héroe de la década de 1930, Lázaro Cárdenas, quien nacionalizó la industria petrolera como dirigente casi todopoderoso. Pero muchos están preocupados por el respeto de AMLO hacia la oposición o los controles establecidos en las últimas décadas para limitar el poder presidencial.
"Creo está reconstruyendo el presidencialismo de hace 30 o 40 años", dijo José Antonio Crespo, analista político del Centro de Investigación y Docencia Económicas de México, añadiendo que lo combina con su estilo personal "desordenado, ambiguo, contradictorio y caprichoso".
proyectos y esperanza
Por otra parte, muchos de los que contribuyeron a su aplastante victoria electoral el pasado 1 de julio esperan su toma de posesión con la enorme esperanza de que aparte del poder a los tecnócratas orientados al mercado y cree empleos y mejores salarios.
Entre otros proyectos, el nuevo Mandatario quiere construir una costosa refinería nueva para devolver a México, que ahora importa gran parte de su gasolina, a sus días de gloria de la década de 1970.
Por otro lado, ha sido poco claro en las medidas que adoptará para hacer frente a los cárteles del narcotráfico, secuestradores y extorsionadores que incrementaron la tasa de homicidios en México a niveles históricos.
Frente a los llamados para que los soldados regresen a sus cuarteles y dejen de ejercer de autoridades civiles, AMLO propuso la creación de una Guardia Nacional bajo control militar para sustituir las policías federal y militar.
Además, según analistas políticos, López Obrador ha sorprendido con su manejo de la política internacional pese a no tener apenas experiencia en ese campo, y ya se enfrentó a Trump y a su a veces amenazador lenguaje hacia México.