Días especiales vive el Colegio Inmaculada Concepción, emblemático establecimiento educacional que está a las puertas de dejar el histórico recinto de Aníbal Pinto 340 para, el próximo año, seguir desarrollando su importante misión escolar en las nuevas y flamantes instalaciones en Valle Escondido de Paicaví.

Es por eso que las últimas actividades resultan ser tan simbólicas, entre ellas las extraprogramáticas que se imparten en el gimnasio del colegio. Ahí, por ejemplo, destacan los Encuentros de Psicomotricidad, una jornada en la que alumnos de Kinder y Prekinder desarrollan sus primeros estímulos en el área de la actividad física y lo hacen incluso, compartiendo con sus propios padres y apoderados.

"Este fue el séptimo y último Encuentro de Psicomotricidad y en el que pudimos contar con cerca de 30 niños, 20 de ellos de Kinder y 10 de Prekinder. A ellos, por supuesto, se sumaron los papás que fueron fundamentales para desarrollar la actividad", comenta el precursor del proyecto y entrenador de la rama de handball en el colegio, Jorge Bahamondes.

"Este es un proyecto que nació de la inquietud de buscar una alternativa que permitiera potenciar habilidades motrices y físicas en el deporte y el juego en niños que aún no ingresan a enseñanza básica. Y estos encuentros, precisamente, permiten eso, que los niños puedan generar una dinámica que les permita no sentir tan fuerte el cambio a la enseñanza básica. De esa manera, pueden insertarse con más facilidad en los distintos talleres deportivos extraprogramáticos con que cuenta el colegio", añade el entrenador.

"El hecho de que igualmente participen los papás le da un mayor valor a la actividad. Verlos driblear con sus hijos, correr con balón y participar de competencias con o sin implementos resulta muy gratificante. Se introducen los conceptos de base, recepción, cooperación y ayuda, es decir, herramientas claves, especialmente para quienes pasan a 1º básico", cierra Bahamondes, que trabaja codo a codo con los también profesores Elena Medina, Francisco Chávez, Javiera Riffo y Carolina Carrasco.