"Somos todos basquetbolistas mayores. Jugamos desde que éramos chicos y fuimos evolucionando. Fuimos porfiados y nunca quisimos dejar de jugar".
Así es como responde Claudio Vigueras, presidente del Club Maxibásquetbol de Concepción, al momento de preguntarle por qué siguen jugando a su deporte favorito estando en una edad ya avanzada.
Y es bastante sencillo, la verdad se trata de un grupo unido, amistades entremedio, que tienen todos un factor común: el amor por el balón naranjo y la cesta.
Sin embargo, la contingencia del Club Maxibásquetbol es una gloriosa. Estuvieron entre fines de octubre y principios de este mes compitiendo en Puerto Montt, el campeonato nacional de la categoría de maxibásquetbol (de atletas con ya avanzada edad), torneo del cual volvieron acompañados de medallas.
"Competimos en 7 categorías de hombres y una de mujeres y como resultados, ganamos el primer lugar en la categoría 75 y en la de 70, ambas de varones. En 65 años logramos el tercer lugar. Fuimos aproximadamente 80 personas al campeonato de Puerto Montt" cuenta Vigueras, orgulloso de lo que se ha podido lograr entre su club y, quizás más importante, grupo de amigos.
El Club Maxibásquetbol se mantiene vigente gracias a los entrenamientos que realizan en el Colegio Concepción de Pedro de Valdivia, convenio que lleva años con vida.
"Tenemos nuestra sede en el colegio Concepción de Pedro de Valdivia. Hace unos ocho o nueve años que nos vienen facilitando su gimnasio de manera gratuita para poder hacer nuestros entrenamientos y partidos. Estamos muy agradecidos de ellos porque siempre nos han recibido bien", afirma Vigueras.
MENTALIDAD GUERRERA
Como mencionó Vigueras, es el amor por la pelota lo que los mantiene moviéndose. Entre carcajadas afirma que actitud les sobra.
"Somos una liga de viejos cabrones que todavía nos creemos estrellas. Cuando entramos a la cancha jugamos, peleamos, discutimos y queremos ganar todos los partidos. Eso lo hace muy entretenido, porque es más que una diversión. Adentro de la cancha es con todo, somos muy competitivos. Si bien los torneos son encuentros de gran amistad, los partidos son sumamente complicados. La verdad es que volvimos bien aporreados de Puerto Montt", afirma el presidente.
La idea de Vigueras es complementada por Héctor Jiménez, otro jugador del club, que compitió y recuerda con estima el torneo en el sur.
"El partido más duro fue con el dueño de casa, representado por Gimnástico. Ambos llegamos invictos a la final y nosotros pudimos ganar gracias a la experiencia. El partido estuvo durísimo. Claramente no es solamente hacer deporte, jugamos a tratar de ganar", cierra Jiménez.