Alza de bencinas impacta en un 15% el ingreso familiar
Siete alzas consecutivas en los precios de los combustibles no solo preocupan a los que a diario utilizan sus vehículos particulares, sino que pueden traer efectos en otros productos y, eventualmente, en el IPC futuro. Así lo hicieron ver economistas locales, quienes proyectaron que la situación, de seguir así, no se ve muy auspiciosa.
Karin Bravo Fray, directora del Programa Advance de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián Concepción, afirmó que el alza del precio de esta semana corresponde ya a la séptima consecutiva, lo que comienza a afectar los presupuestos de todos los hogares. "Y es que no sólo impacta a las personas que tienen vehículo particular, sino que también al resto de los chilenos, ya que esto hace subir el pasaje de la locomoción colectiva. En el caso de los conductores, la frecuencia de los recorridos que tiene la familia no se cambia por variaciones en el precio de los combustibles, sino que se mantienen: viajes desde y hacia los lugares de trabajo, a dejar los niños al colegio, etc. Por tanto, no se trata de un producto que se deje de consumir por el alza de precio, sino que tiene que asumir de igual modo, afectando el presupuesto familiar para la adquisición de otros bienes y servicios", analizó.
Por ende, dijo que el aumento sostenido en los combustibles impacta en la variación del IPC. "Este hecho, junto a otros que afectan la variación del IPC, como crecimiento y variación del tipo de cambio, se consideran en las proyecciones del Banco Central, que para este año tiene una proyección del 2,6%, mientras que para el 2019 ha proyectado un 3,1%", detalló.
SUSTITUTO
A su vez, Carlos Smith, académico del Centro de Estudios en Economía y Negocios (Ceen) de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, cree que para hacerse una idea, el concepto de transporte es de alrededor de un 15% del presupuesto familiar. "Si consideramos que es aquí donde el alza podría 'pegar', este sería su impacto promedio. Por supuesto que para los que utilizan el automóvil para trabajar el impacto es mayor", apuntó. Sostuvo que hay que considerar que las personas, ante un alza que comience a complicar sus gastos, lo que hacen es tender a sustituirlo. Esto quiere decir, que si es necesario, el auto quedará en la casa y se usará otro medio de transporte. Si no hay opción de dejarlo, el perjudicado será otro bien o servicio, en desmedro del gasto en combustible.
Cristian Muñoz, seremi de Hacienda, aclaró que en la escalada internacional en el precio de los combustibles, Chile no es un actor relevante ni tiene capacidad de decidir y para estos efectos es un tomador de precio, algo que ha ido subiendo en forma paulatina en el mundo. "Por eso, a las personas que utilizan el automóvil de manera frecuente le va a afectar la canasta y el presupuesto familiar y sobre eso son decisiones particulares si usan otro medio de transporte. Aparte, como el combustible es un insumo en la cadena logística, es natural pensar que en algún punto, si los precios siguen al alza, se termine traspasando a costos de productos finales como alimentos u otros. Ahora, eso no es directo, porque hay empresas que están con contratos y no pueden hacer ese cambio de inmediato", expuso.
Para Jaime Vera, docente de Ingeniería en Administración de Duoc UC sede Concepción, dado el crecimiento del parque automotor que se ha experimentado en los últimos años en Chile, el automóvil se ha convertido en un bien de primera necesidad para las familias, donde cada alza encarece el costo de la vida dado el mayor gasto destinado a traslado. Por lo demás, este análisis no solo aplica a quienes poseen automóvil, ya que quienes utilizan el transporte público también ven afectado su presupuesto debido al alza en los pasajes.
También cree que el alza podría afectar al IPC en periodos específicos donde se ha concentrado este incremento, no en series de tiempo anualizadas, por lo que el rango meta de inflación no se vería afectado. "Por lo demás, que el IPC se eleve, depende también de la evolución de precios en los otros componentes de la canasta, si bien el combustible es importante, debemos considerar qué ocurre con los demás bienes y servicios. A mi parecer, debemos considerar el alza de los combustibles como un hecho coyuntural más que estructural", manifestó.
En tanto, José Navarrete Oyarce, director de Ingeniería en Administración de Empresas de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello, añadió el tema del impuesto específico siempre es polémico y genera debate, no obstante, hay que considerar que ante una eventual baja de este, "el Estado tendría que hacerse de esos recursos a través de otras vías o derechamente disminuir el gasto en algunos focos, por lo que no me queda tan claro que esta sea una solución real, dado que una persona promedio por ejemplo, podría ver una baja en el precio de los combustibles, y con ello generar un ahorro familiar, pero no poder optar a un subsidio estatal en otro ámbito, dado que para equilibrar el presupuesto, el estado debió bajas las asignaciones para subsidios".
SUGERENCIA
A su vez, Hugo Moraga Flores, doctor en Economía y Empresa UEM-España, contador auditor y director de Carrera de Contador Auditor de la Universidad Andrés Bello, sumó a modo de sugerencia que hay varias medidas que se pueden adoptar, algunas relacionadas por el uso racional del combustible por parte de las personas, por ejemplo, compartir vehículos, tomar locomoción colectiva, cambiando hábitos por ejemplo transportarse en bicicleta, o preferir mecanismos de transporte que utilicen otra fuentes de energías (vehículos o motos eléctricas, gas entre otros).
Por otra parte, Moraga planteó que el Estado debe fomentar el uso de la locomoción colectiva a través de un mejor servicio y mejores vehículos, fomentar el uso de bicicletas, a través de vías especiales para bicicletas y medidas que resguarden la seguridad de los ciclistas.
IMPACTO
Ariel Yévenes, economista Centro de Estudios de Corbiobío, afirmó que "si pensamos en el gasto de transporte de una familia promedio y consideramos el incremento que han ido presentando los combustibles, a un ritmo promedio estimado de 3% mensual en los últimos meses, tendríamos que afirmar que se está produciendo un fuerte impacto en los presupuestos familiares".
En efecto, añadió, ya se evidencian alzas en los precios de los pasajes de transporte público, lo que significa un fuerte impacto para las familias de menores ingresos, que tienen muy escaso margen para poder asumir estas alzas.
Ello por cierto se ve profundizado en el caso de aquellas familias que se movilizan con vehículo particular las cuales, si bien se podría suponer que cuentan con un nivel de ingreso algo mayor, también suelen vivir con presupuestos familiares muy ajustados.