Aunque por estos días está en el norte, realizando algunas presentaciones, en el marco de las festividades patrias, la cantautora y folclorista local Bernarda América se muestra muy expectante frente a su nuevo compromiso en la capital regional.

La artista oriunda de Talcahuano se presentará junto a Fernandel Rebolledo el próximo miércoles, a las 19.30 horas, en la sala de Artistas del Acero (entradas $ 4.000 y $ 2.000).

Ambos nacidos en el puerto y cercanos a la trova tienen una historia en común en lo musical, la cual vienen escribiendo desde los años 80, cuando este tipo de "cantar" vivía tiempos difíciles, en actividades por derechos humanos, peñas y festivales.

Hoy se reencuentran, para presentar un espectáculo compartido, es decir, interactuando y compartiendo sus propias creaciones al mismo tiempo, acompañados por Valentina Soto (violín), José Troncoso (contrabajo) y Michael David Hernández en charango.

Aunque para los 15 y 20 años, el público colmó el espacio, siempre existe el latido y los nervios previos frente a la recepción de un nueva presentación.

Finalmente, y para tranquilidad de los 54 músicos integrantes del TIM Salesiano, la jornada sabatina tuvo un lleno total en el Teatro UdeC, transformando el concierto de más de 120 minutos en un feliz festejo de los 25 años.

Las 1.200 butacas de la sala, entre platea baja, alta y balcón, cobijaron un numeroso grupo humano que valoró y se emocionó con el repertorio preparado para la ocasión por el Taller de Instrumentos Musicales, dirigido por el profesor Fernando Saavedra, formado un año después de su arribo al Colegio Salesiano en 1992.

Tal como estaba programado, el espectáculo "Viaje por una ilusión" partió a las 19 horas, aunque la gente, muchos en familia, estaba agolpada en las puertas del Teatro faltando aún 45 minutos para que comenzara el show.

Luego de una reseña y video de la trayectoria del TIM, se dio el sorpresivo pie, para que el ex Bunker, Francisco Durán, ingresara desde el público interpretando "Arriba quemando el sol" , canción a la cual se le sumaron el resto de los 53 músicos una vez que este llegó al escenario.

Luego de aquello, literalmente todo fluyó. "La energía y entrega del grupo se traspasó al público", en palabras del director del TIM. Ello se manifestó en que no sólo escucharon atentos, sino también corearon, bailaron, aplaudieron y se emocionaron con parte de las 28 interpretaciones del taller.

"Fue una jornada mágica. La respuesta de la gente fue más allá de lo esperado, y el grupo mostró no sólo calidad musical, sino la calidad humana que los hace hermanos cuando se congregan", resumió Saavedra, emocionado.