Bachelet asume como alta comisionada de DD.HH. de Naciones Unidas y genera altas expectativas
"Sé que las víctimas, que los defensores de los derechos humanos están esperando apoyo de mí y haré mi mayor esfuerzo para estar allí cuando lo necesiten", prometió ayer la ex Presidenta Michelle Bachelet en sus primeras declaraciones a los medios, tras asumir como la nueva alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU.
Bachelet toma posesión en momentos críticos para los derechos humanos en el mundo, no sólo porque hay numerosas crisis y conflictos que implican graves violaciones, sino por la tendencia de los gobiernos a ignorar las invocaciones de la ONU.
La nueva alta comisionada del organismo internacional empezó el día con diversas reuniones en la sede del organismo que dirigirá los próximos cuatro años, ubicada en Ginebra, intentando empaparse de su funcionamiento y de las situaciones que requieren su atención urgente.
En ese contexto, el primer tema sobre el que tomó posición fue uno relacionado con la libertad de prensa: la condena a siete años de prisión que recibieron en Birmania dos periodistas de la agencia Reuters acusados de violar secretos de Estado en su investigación de una masacre de miembros de la minoría musulmana rohinyá. Al respecto, dijo que la información que difundieron era de "interés público" y que su juicio fue una "parodia", por lo que pidió a las autoridades birmanas que los liberen.
Bachelet y su equipo trabajan ya en su primer discurso ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, que en una semana abrirá su tercer y último periodo de sesiones del año.
Se trata de un momento muy esperado, en el que cada frase será sopesada y utilizada para intentar adivinar la intensidad con la que Bachelet cumplirá su nuevo papel.
Aunque el CDH es un órgano intergubernamental (lo integran 47 Estados), gran parte de sus decisiones deben ser ejecutadas en terreno por la oficina que ahora dirige la ex Presidenta.-