Cuidado de los ancianos: propuestas para una nueva política
El Centro de Desarrollo Social de la Universidad Tecnológica de Chile Inacap, liderado por la carrera de Trabajo Social, ha reflexionado en torno al tema que se ha convertido en una preocupación crítica en cuanto a los acontecimientos que han ocurrido con las personas mayores que viven en hogares y en general al servicio de cuidado prestados a los ancianos.
A medida que la proporción de personas mayores aumenta en la población y los patrones familiares continúan cambiando, ¿quién cuidará de nuestros ciudadanos mayores?
Desde una perspectiva micro, una preocupación es el estrés y la tensión que se produce dentro de los miembros de la familia de las personas mayores, especialmente el hijo adulto de un padre anciano. A menudo, esta persona tiene responsabilidades de crianza de sus propios hijos sin dejar de ser al mismo tiempo el cuidador principal de un padre anciano. Este grupo se ha etiquetado la "generación sándwich" para ilustrar la presión que sienten por dos generaciones de miembros de la familia. Una estrategia que se propone es la formación de un grupo de auto-ayuda diseñado para proporcionar apoyo y aliviar las consecuencias físicas y psicológicas de estrés experimentado por los cuidadores adultos y niños.
Desde el nivel macro social, las políticas existentes sobre el cuidado de ciudadanos ancianos y programas dentro del trabajo son inexistentes. Aunque ha habido algún tipo de reconocimiento hacia los empleados como cuidadores de niños o padres, establecido en el Código del Trabajo Chileno, que establece que el padre tendrá derecho a un permiso pagado de cinco días en caso de nacimiento de un hijo, es posible concluir que se ha prestado menos atención a la realidad de que estos mismos empleados también pueden estar cuidando a sus padres ancianos.
Las políticas y programas que reflejan una conciencia de esta realidad incluyen horarios flexibles de trabajo, opciones de licencia por enfermedad que permitan el cuidado de un familiar enfermo incluyendo a los padres, un centro de cuidado diurno para adultos mayores y/o atención en el propio domicilio, más que una residencia. En este sentido, desde el quehacer del trabajo social se puede realizar una evaluación de las necesidades llevada a cabo en el lugar de trabajo para determinar qué políticas y programas serían los más útiles para los empleados en su lucha por equilibrar las demandas del trabajo y la familia.
coordinador
Centro de Desarrollo Social,
Universidad Inacap
Concepción-
Talcahuano