"Lagos es un personaje fuerte, que ha tenido poder, que ha ocupado un lugar importante en la historia política de las últimas décadas, pero al mismo tiempo ha experimentado en carne propia la fragilidad política", explica el escritor y poeta Cristián Warken para justificar la entrevista que le hará al ex Presidente Ricardo Lagos, a las 19.00 horas de mañana en el Teatro de la UdeC.
Este año, Warken está empeñado en realizar una serie de entrevistas a representantes de diversas áreas de la sociedad, bajo el tópico de "La Fragilidad" y el ex Presidente se posiciona, para el columnista, como preciso para analizar la fragilidad en la política.
"A Lagos le ha tocado vivir en carne propia la fragilidad de lo político. Le tocó vivir la fragilidad de la transición o del sistema democrático, primero, cuando colapsa con el Golpe Militar en 1973 y también ahora cuando se presenta como candidato presidencial. Una figura que parecía sólida y que tenía los pergaminos, independiente de lo que uno piense de él, para ser abanderado y termina siendo sacrificado en su partido", dice Warken.
-No tengo las respuestas, por eso invito a personas para que respondan mis dudas. Lo que percibo es que hace tiempo que la política no estaba en un escenario tan frágil. Uno puede decir que siempre ha sido así, pero lo normal es que los procesos fueran más largos, pero hoy la vertiginosidad de los cambios hace que todo sea de una gran precariedad. Creo que hoy se necesita un espacio para pensar, hay personas en el mundo que están pensando en esto, por ejemplo, desde la filosofía, pero falta aterrizarlo a nuestra realidad. Creo que Lagos, aparte de una figura política, es alguien que está permanentemente viajando por el mundo e invitado a foros internacionales y escribe sobre esto. Es decir, está pensando sobre este tema.
Con contexto histórico
--Soy respetuoso y de hecho he apoyado a varios candidatos del Frente Amplio, en Valparaíso donde vivo casi la mitad de la semana, pero creo que en el mundo juvenil político hay poco estudio. Hay tendencias a hacer caricaturas y a no mirar la historia en un contexto mucho más amplio. Creo que la transición a la democracia está llena de imperfecciones, pero ¿qué transición no lo es? Si uno mira la transición política en España, está llena de imperfecciones, incluso peor de lo que se vivió aquí. Lagos fue parte y debe ser juzgado por la historia, pero hay que mirarlo dentro de un contexto y es protagonista de ella. De una historia muy importante, porque sin esa historia no estaríamos conversando y no existiría el Frente Amplio.
-Es distinto hacer política en el contexto de una dictadura, que hacer política contestataria bajo una democracia. Con todo lo que se quiera, la transición está llena de problemas y, probablemente, son cosas que deberá contestar Lagos, pero no existe la transición ideal, después de un quiebre tan brutal como el que vivimos. Pero, lo que puedo decir que hoy Chile es mejor que hace unas décadas atrás. Hay grupos políticos como el FA que puedan ofrecerse como alternativas y que están llegando al Congreso. Esta idea utópica de que todo se va a solucionar en un año o dos años es lo que ha llevado a un fracaso de la izquierda en Latinoamérica. Con Lagos se ha hecho una caricatura y se ha convertido en un enemigo y, en ciertos sectores de izquierda, hablar de Lagos es como hablar de Pinochet. Ahora, eso no significa que Lagos no tenga defectos o que no haya cometido errores, pero de los políticos chilenos es uno de los que tienen una mayor densidad intelectual de reflexión en política. No veo a otro. Claro, Ricardo Lagos produce esta especie de urticaria o rabia, como una especie de rechazo visceral, pero va a tener que ser mirado en el contexto de una historia, que es mucho más larga.
--Lo primero que hay que analizar que el triunfo de Piñera fue categórico para la izquierda. La derecha fue capaz de sintonizar con el mundo popular mucho más que la izquierda. Esto no fue una derrota táctica, porque había un mal candidato, sino que fue más profunda. Si la izquierda no se hace un auto análisis vamos a tener un gobierno de derecha para rato. La sociedad cambió y curiosamente un candidato que es de derecha, y que no es mi devoción, tuvo la capacidad de conectarse con ese electorado. La izquierda va a pasar por una travesía por el desierto. Incluyo en esto también al Frente Amplio y a la ex Nueva Mayoría. Si uno mira el contexto latinoamericano, la izquierda también está en problemas, como por ejemplo, lo que pasa con Lula en Brasil o en Argentina, Bolivia y Venezuela. Me siento parte de la centro izquierda, pero está en ruinas, en que incluso perdió un capital moral, porque hay muchos líderes involucrados en problemas de dinero. Lo interesante va ser, y se lo plantearé en la entrevista al ex Presidente Lagos, por dónde la izquierda deberá hacer su camino.
-Para el país es muy bueno que exista una centra derecha evolucionada, pero dentro de la derecha hay dos almas. Una cavernaria, como la definió Vargas Llosa, y una derecha en evolución, con nuevos liderazgos y figuras interesantes, como Gonzalo Blumel, el ministro de Piñera, un tipo joven que tiene una sensibilidad y conexión con la gente que no había visto antes en la derecha. Creo que la derecha le ha ido quitando las banderas a la izquierda. Pero, son procesos largos y aún hay una derecha cavernaria, que tiene poca conexión con el país real. Pero, creo que la alternancia en el poder es lo más sano en lo político. Si no, hay que mirar la Concertación que se transformó en una especie de bolsa de trabajo.