José Antonio Kast cuenta su plan para mantenerse en política
Las más altas votaciones que obtuvo José Antonio Kast durante las elecciones presidenciales del año pasado, en términos porcentuales, se dieron en la Región. Mientras en Coronel sacó el 19,26% de los votos válidamente emitidos, en Lota alcanzó el 20,25%. Sin embargo, estas no fueron las comunas que el impulsor de Acción Republicana eligió para recorrer durante su visita a la Región.
Kast, que tiene como objetivo recorrer las 345 comunas del país en un año calendario, optó por ir a Los Ángeles, Chillán, San Carlos, Pinto, Bulnes, donde quiere fortalecer los lazos para promover sus ideas.
Aclaró que por ahora la opción de ser un partido político está descartada, aunque ya cuenta con cerca de 14 mil adherentes virtuales inscritos en la página web de su movimiento.
"La idea nuestra no es ser un partido político, sino ser un soporte para quienes hoy son autoridades públicas, pero también sobre todo levantar nuevos liderazgos locales. Buscamos articular a personas que antes no hayan tenido vocerías o hayan sido rostros reconocidos por los medios de comunicación para que empiecen a defender ciertos principios y valores", aclaró.
-Porque creemos que hoy hay suficientes partidos políticos dentro del sector que apoyamos. Está la UDI, RN, el PRI, Evópoli, gente de la DC y creemos que desgastarse formando un partido político no es lo que hoy tiene que ocuparnos. Hoy lo que se necesita son buenos liderazgos, que están repartidos en partidos políticos que ya están constituidos. Nuestra energía no se ha enfocado en defender ideas y en potenciar personas que quieran defenderlas.
Añadió que pensando en las elecciones municipales, el objetivo de su movimiento es apoyar a alcaldes en ejercicio o a liderazgos ya instalados dentro del bloque de derecha y que promoverán la realización de primarias. Esto lo harán gracias a los nexos que tienen con algunos parlamentarios, como Sergio Bobadilla, Iván Norambuena y Leonidas Romero.
Sentido común
-Primero que todo quisiera aclarar que nos basamos en el sentido común, porque no hay nada de radicalidad en la defensa de la seguridad ciudadana, la libertad de educación ni la libertad de culto o fortalecer la familia. Lo que pasa es que hoy para algunas personas, que pueden ser actores de la vida política, la tolerancia no es algo que ellos acepten. Hablan mucho de pluralismo, pero cuando se ven enfrentados al debate de las ideas se les acaba el pluralismo.
-Yo defiendo las ideas desde el sentido común y de la razón. No argumento desde el punto de vista religioso. Cuando me acerco a la identidad de género lo hago desde la realidad del niño. Por eso existe la mayoría de edad, para que alguien pueda tomar sus decisiones independientemente. Y también desde el punto de vista de la sociedad, porque no se puede borrar el sexo de nacimiento de la persona. Aunque yo acepte socialmente que la persona se cambie de identidad sexual, lo que discuto es que no se puede borrar la partida de nacimiento.
-No. Soy contrario a todo tipo de violencia y una toma es violencia, porque le impide a otra persona ejercer su libertad y se sale del Estado de derecho de la propia universidad, porque tienen estatutos.
-Pero es una manifestación violenta. Lo más probable es que si yo quisiera entrar a un edificio donde hay una toma feminista no me dejen entrar. Yo sí las dejaría entrar a una reunión donde estuviera yo.
-¿Entonces vamos a justificar cualquier tipo de violencia cuando hay un tema que no se instala? ¿Las personas que no tienen atención en los consultorios lo que tienen que hacer es cerrar el consultorio y decir que no entre nadie más mientras no los tomen en cuenta? Eso es lo que están haciendo las universidades. En el lugar que es el debate de la razón se usa la fuerza para defender los argumentos.