En dramático desenlace se perdió el boleto al Mundial
Con las banderas chilenas flameando hasta el último segundo en el coliseo Meridian Centre de St. Catherines, quizás aferradas a una ilusión, la selección chilena de básquetbol U18 no pudo hacer historia y quedó sin opción de ir al Mundial U19 tras caer en forma dramática por 68-65 ante Puerto Rico, por cuartos de final del Premundial U18 que se celebra en Canadá.
El equipo de Galo Lara, que contó con la presencia de los créditos de la Región, el penquista Felipe Inyaco (Club Deportivo Alemán) y el angelino Alvaro Pimentel (Obras Basket de Buenos Aires), llegó a este certamen como flamante campeón sudamericano U17 y con la responsabilidad de confirmar el rótulo de "generación dorada".
El debut en el Grupo B fue auspicioso, con victoria sobre Ecuador (74-62), sin embargo, luego vino la impensada derrota ante Argentina (66-76), rival al que precisamente había vencido por el título sudamericano y luego cerrando con otra caída, algo más lógica, frente al poderoso dueño de casa y actual campeón mundial U19 (60-97).
Con esa campaña a cuestas, Chile terminó tercero en su bloque (una mejor ubicación le habría permitido enfrentar a un rival más accesible en cuartos) y con Puerto Rico al frente, un equipo de respeto que en el Grupo A resultó segundo con sólo una derrota a manos de Estados Unidos (115-71) y victorias sobre República Dominicana (108-94) y Panamá (84-51).
De fuerzas algo parejas y estatura también (promedio chileno de 1,93 metros contra 1,95 del rival), la "Roja" cestera levantó ostensiblemente su nivel con respecto a los anteriores compromisos e incluso llegó a estar 10 puntos arriba al término del primer tiempo. Sin embargo, tuvo poca contundencia ofensiva cuando fue necesario y dificultades desde la línea de tiro libre, síntomas que, a la postre, le terminaron pasando la cuenta. Ni hablar de los segundos finales: estando tres puntos abajo, en el último suspiro Ignacio Arroyo Varela intentó forzar la prórroga con un desesperado triple sin éxito que sepultó la opción de meterse en el grupo de semifinalistas (los cuatro mejores clasifican al Mundial).
La escuadra, que tiene como figuras al propio Arroyo, Maxwell Lorca y Kevin Rubio, además del valioso aporte de Inyaco y Pimentel, luchará hoy por lugares secundarios (puestos del 5º al 8º) en el certamen.
UNA CLARA SEÑAL
¿Lo rescatable de todo? Es que este equipo da una potente señal a nivel de recambio generacional, en especial porque el básquetbol chileno, históricamente, no luce grandes resultados en el concierto internacional.
Los datos son elocuentes. A nivel adulto, por ejemplo, la selección ha participado sólo en tres Copas del Mundo y en todas por invitación y no ganándose su derecho en cancha: en Argentina 1950 fue 3º entre diez equipos, en Brasil 1954 fue 10º entre doce y en 1959, de local, tercero.
Por lo mismo, a la luz de aquellos ya lejanos registros, aún se puede seguir soñando en presente.