Con 31 años cumplidos, Charly Benavente tiene claro que para avanzar en una carrera como la musical las cosas se tienen que hacer con la calma que merece el proceso de maduración de un artista, en cualquiera de las áreas en que éste se desarrolle.

"No hay que forzar las cosas, una carrera como ésta tiene que tener lo que creo es un viaje largo", dice el cantautor originario de Arauco, quien desde el 2014 comenzó a ver este camino como el de su vida.

Claramente, uno que a Benavente le ha costado tiempo. De hecho, confiesa que la carrera de Ingeniería Civil Industrial, de la se tituló el 2013, en la U. San Sebastián, nunca estuvo en sus planes, y menos le gustó. "No quería eso, sino que la música, pero vengo de una familia muy conservadora, en ese sentido", comenta.

De inmediato reconoce que lo que estudió igualmente le sirvió para desarrollar la carrera que le interesaba. "La ingeniería me sirvió para poder avanzar en la música, en otro sentido, por lo que no me arrepiento", agrega.

Los resultados de ello, comenta, se han notado en la presencia que ha logrado, sobre todo, en el último año, después de la grabación de su debut discográfico con "San Osvaldo", placa lanzada en noviembre del año pasado.

"He podido conjugar las dos carreras", dice, proyectando ello en los fondos de financiamiento obtenidos hasta ahora (5 desde 2015) que ha planificado con las competencias universitarias.

Apostando a lo mismo, desarrollar una carrera manejando más variables que sólo las artísticas, es que Charly Benavente se embarca el próximo jueves a Colombia.

En el país cafetero, al que llegará luego de convocar contactos, pretende mostrar su música en un recorrido que también se toma como unas vacaciones, y que considera paradas para cantar y promocionar su discurso en 8 ciudades y algunos pueblos: Medellín, Cartagena, Santa Marta, Barranquilla, Tulún, Salento y Bogotá. Cuenta que en cada uno de los puntos seleccionados del mapa colombiano estará entre 3 y 6 días.

"La idea es hacer contactos y retomar algunos ya hechos. Y creo que caminando en este proceso saldrán nuevos contactos", señala quien lleva en la libreta varios nombres para encontrarse en el país latinoamericano.

"Quiero contar de qué se trata mi proyecto. Es mostrar, o sea, dejar una semilla para volver más adelante a cosechar", comenta.

- Todas, quiero obtener la mayor influencia, con la que pueda volver. Es como un viaje sonoro para mostrar mi composición.

- Siempre me ha gustado toda la música, sólo que lo latino lo tenía muy al debe, entendiendo que me crié con música anglo.

- Estoy escuchando mucha música colombiana, por cierto, pero también peruana y brasileña. Por lo mismo, es que ahora voy con la oreja bien abierto para sumar nuevos referentes. Pretendo que sea de todo, hay que tomar lo bueno y lo malo. Esto es como un ingrediente nuevo para la licuadora.

- Claro, formalmente es así, pero sabes siempre he sido muy fanático de ver como fue variando la carrera de muchos artistas, desde Led Zeppelin a Blur o Bowie. Hay que estar dispuesto a buscar cosas nuevas, porque llegar a un sonido siempre es muy rico.

OTROS ÁMBITOS

Con un disco lanzado al mercado, y una experiencia artística que también tuvo relación con "The Voice Chile" (2015), Charly Benavente siente que el presente y lo que pueda avanzar es donde apuntar a enfocarse actualmente.

En este marco, es que el cantante ya tiene 5 temas nuevos para lo que pretende sea su segunda producción disquera. De momento, trabaja en un EP con cuatro temas que quedaron fuera de "San Osvaldo", más uno nuevo.

"Son canciones antiguas que me piden cuando tocamos en vivo, y está más pensado para los fans", adelanta sobre este material que espera lanzar a fin de año.

Otro de los eventos que Benavente considera un hito en su carrera, es el concierto que realizará en el Teatro Biobío, entre los meses de julio y agosto. "Quiero que sea algo especial, y así lo vamos a preparar", adelanta, quien trabajará el tema una vez que regrese de Colombia a fines de mayo.

Una vez instalado nuevamente en Concepción, Benavente realizará un show de carácter íntimo, algo más pequeño, para lo cual están viendo el lugar. La ocasión, el 11 de junio, servirá también para lanzar "Cómplice", como tercer single del álbum, con su videoclip totalmente grabado en Arauco.

En 2008 llegaba a los cines "Iron Man", dirigida por Jon Favreau, título que comenzaría la franquicia más extensa y comercialmente exitosa en la historia del cine: El Universo Cinematográfico de Marvel.

Luego de 10 años, "Avengers: infinity war" aparece como el pináculo de todo este trabajo, que contempla más de 17 películas, series de TV y un puñado de historias complementarias en distintas plataformas.

La tarea de los directores, los hermanos Russo ("Capitan América: civil war") era titánica, lograr una unión orgánica entre personajes de diferentes películas ("Iron man", "Thor" y "Guardianes de la galaxia", entre otros), al tiempo que necesitan contar una buena historia. Y en líneas generales, es el mayor acierto de esta cinta.

Thanos, el esperado antagonista de esta épica de 149 minutos, actúa como eje central de la trama, pues todos los héroes de Marvel se mueven bajo un único objetivo: evitar que el titán logre reunir las "Gemas del infinito", armas con las que podrá eliminar a la mitad de la población del universo con un chasquido de dedos. Josh Brolin es un brillante Thanos. Le otorga humanidad a un personaje que perfectamente pudo ser el clásico villano cliché (lo que ha sido el gran problema de las otras cintas de Marvel). Se las arregla para que incluso podamos entender cuáles son sus motivaciones y, por qué no, hasta empatizar con su objetivo (aunque no con la forma).

HABÍA QUE SACRIFICAR

Si bien la cinta tiene mucho humor e incontables escenas de acción, "Infinity War" se diferencia de las otras entregas, principalmente, por lograr una sensación de urgencia generalizada en la mayoría del metraje.

La escena inicial juega un papel fundamental en esto, ya que deja claro que aquí no veremos el típico viaje del héroe con una línea argumental clara, sino que puede ocurrir cualquier cosa.

Marvel puso las cartas sobre la mesa durante 10 años, y el gran acierto acá es que no tiene miedo de jugarlas, tomando algunas decisiones valientes y casi no vistas en este tipo de sagas.

Ahora bien, no es perfecta. De hecho, se podría definir como una película inconclusa (la segunda viene para mayo de 2019). La gran cantidad de personajes que deben unirse en la historia obligan a que muchos de ellos sean casi pasados por altos, debido a decisiones obligatorias del guión a concentrarse en lo que realmente era fundamental para la narrativa.

Esto no significa que la cinta tenga relleno, más bien lo contrario, los Russo se obligan a relegar a personajes importantes a roles secundarios, por el bien de la propia historia (aunque todos encuentran la forma de brillar).

De todas formas, el metraje es un espectáculo visual de primer nivel, repleto de grandes momentos para disfrutar, reír, emocionarse y un final que sólo puede calificarse como hermoso.

El cine comercial no volverá a ser el mismo después de "Avengers: Infinity War". Marvel cambió las reglas del juego, y ahora sólo queda esperar la sorpresa.