Importante decir, que la existencia de los festivales de la canción no debe ser desestimada.

Sin ir más lejos, la cosecha de música rock, jazz y pop de Concepción en los años 80 fue sembrada y dio frutos, justamente, en los festivales de la canción.

En nuestros inicios, Los Tres afilamos los dientes tocando en este tipo de encuentros. Colegio Alemán, Concepción, Alianza Francesa, Salesiano, Inmaculada Concepción, Madres Dominicas, Experimental, fiestas mechonas de las universidades del Bío Bío y Concepción.

Eventos de esta naturaleza presentan y representan (publicitan) la idiosincrasia de quien los crea y produce: colegios, liceos, universidades y ciudades.

Ahora, en el caso del Festival de Viña, es el país, Chile.

Esta cita de 6 días activa la cadena completa de la industria de la música. Sellos discográficos, medios de comunicación, marcas auspiciadoras, turismo y negocios locales.

Para los músicos implica reconocimiento, competencia, vigencia y, con esto, posibilidades.

MÚSICA Y OTRAS ARISTAS

Sin duda, Viña del Mar es "el festival de la canción de Chile.

Está muy internalizado en nuestro ADN. Es y ha sido para generaciones de artistas, profesionales, técnicos y administrativos un escenario donde sintonizan el espíritu de un país con la música.

La simbiosis entre artistas y público es el alimento base de la industria popular de la música. No es elite, es popular, masivo, o sea, "Cultura popular".

Los Prisioneros, Elton John, The Police, Rod Stewart, Lionel Richie, Illapu, Los Jaivas, Joe Vasconcellos, Faith No More, La Ley, Raphael, Juan Gabriel, Mon Lafert y Roberto Carlos, entre algunos otros, son los artistas que circulan en mi memoria.

Por supuesto, también Los Tres de Concepción en 1996 (la primera vez, y conmigo en la batería). Y Luego Los Bunkers en 2007. Todos de reconocimiento masivo, todos populares.

El Festival de Viña del Mar es una máquina de negocios. Es uno de la canción como lo son todos, pero éste -además- alimenta todas las aristas de la industria de la entretención.

Es el que tiene más experiencia y el que ha sobrevivido la experiencia de una nación entera.

Por lo mismo, pareciera que nunca descansará de generar expectativas de negocio y artísticas, además, de todo tipo de opiniones en la gente.

Como dice el gancho comercial o slogan, "Viña tiene festival, Chile tiene festival",

La pregunta ¿Dichato tiene festival? y ¿Concepción REC?

músico y

productor.

Un género mediático, de recepciones divididas, pero que se pasea transversalmente por todo tipo de públicos. La popularidad de la música urbana ha llamado a las organizaciones de eventos a realizar múltiples esfuerzos para traer al país a sus exponentes. Y el festival más grande del territorio nacional ha sido testigo de este fenómeno que crece con los años.

El Festival de Viña del Mar de este año, contará con una presencia histórica de música urbana, que partirá hoy con Luis Fonsi. El puertorriqueño, quien viene por quinta vez a la Ciudad Jardín, últimamente ha incursionado en este género con éxitos como "Despacito" o "Échame la Culpa"

El cierre de esta noche será con el grupo cubano de salsa, Gente de Zona, conocidos por éxitos como "La gozadera" y "Si no vuelves".

La parrilla urbana continuará el viernes con el cantante estadounidense Prince Royce, quien cerrará la jornada. La culminación de esta 59ª versión, el domingo, será con el grupo proveniente de Miami, Cnco, conocidos por temas como "Reggaeton lento" y "Hey Dj". Alguno de los temas para prender al público en el inicio de la última noche, la que finalizará con el dúo puertorriqueño de reggaeton, Zion y Lennox.

ALZA HISTÓRICA

Si bien, durante fines de los 90 y principio de los 2000 hubo presencia de artistas urbanos en Viña como Sandy y Papo o Fulanito, la versión contemporánea del género plantó bandera en la Quinta Vergara en 2006, con la presentación de Daddy Yankee.

Y pese a que fue hace 12 años, la elección del cantante puertorriqueño como el artista más popular de aquella edición (votación del público) y el peak de sintonía, ejemplifica el fenómeno transversal que crea este género, y que se mantiene hasta hoy. Si en ese año había un sólo artista en la parrilla, ahora la presencia de cantantes urbanos suele sobrepasar los 3.

Tal fue el éxito de aquella vez, que el cantante volvió al Festival en dos ocasiones, caso repetido con Don Omar o la dupla Wisin y Yandel.

Estos años, se ha combinado el fervor del público asistente, los resultados en sintonía televisiva y la atención mediática que atraen, como factores a considerar por la producción.

Aspectos que, sin duda, han influido en las decisiones de la organización festivalera. Así lo manifiesta Katto Senoceaín, productor con más de 40 años de experiencia en Concepción

"Este crecimiento se da porque es lo que vende. Los auspiciadores realizan mediciones, entonces al momento de decidir, piensan en qué artista puede prender más televisores", afirma.

Añade que actualmente, si la producción tuviese que elegir entre Phil Collins o Cnco, la balanza inclina por los últimos (también vienen a Concepción), tomando en cuenta el factor de los sponsors, sintonía y redes sociales.

Este argumento de popularidad se ejemplifica en la edición de Viña 2017, donde el cantante colombiano Maluma fue uno de los artistas más comentados del evento, y perseguido durante toda su estada en la ciudad anfitriona.

"Según yo, todo se ha dado por el cambio musical generacional que ha venido desde internet y las redes sociales. Hay niños chicos cantando temas de estos artistas, porque es una llegada mediante lo digital, pues ellos trabajan así", analiza Senoceaín sobre la causal de esta inclinación festivalera.

EL ATRACTIVO

Como productor, Katto ha participado en la llegada a nuestra ciudad de artistas de gran renombre como Luciano Pavarotti, Mercedes Sosa, Cindy Lauper o Tom Jones.

Pero también ha trabajado con artistas del género urbano como Don Omar o el ya mencionado Luis Fonsi. Justamente este año está encargado de los conciertos que realizarán los citados Cnco y Ozuna en Concepción, el 1 y 22 de marzo próximo, respectivamente.

Desde su experiencia, el productor local reconoce que, si bien los artistas urbanos no son de su total gusto, sí poseen un atractivo en sus shows.

Ello basado principalmente en la puesta en escena, con la que incluso, se podrían cubrir ciertas carencias vocales o líricas en el caso de algunos nombres.

"Las exigencias técnicas de las empresas que trabajan con estos artistas suelen ser bastante modernas y sorprendentes al ojo. Actualmente, es muy común ver conciertos de estos cantantes con iluminaciones led, pantallas gigantes e, incluso, totems completos", comenta. Sin embargo, para él, la mayor diferencia la marca la pirotecnia que comenzaron a usar desde hace algunos años.

Combinado con el manejo y el juego con el público, logran shows vistosos a la audiencia, donde la calidad vocal o contenido lírico pasan a segundo plano.