Eduardo Fritz, juez titular de Cabrero, estaba en una audiencia cuando recibió un mensaje. Fernando, de nueve años, lo esperaba en el hall del tribunal y el encuentro debía ser cara a cara.
En un receso, el magistrado salió al encuentro del niño quien le entregó una carta escrita en una hoja de cuaderno y con un lápiz grafito.
"Señor juez, esta Navidad no le pedí un regalo al viejito pascuero, pero quiero que usted le dé permiso a mi papito para que pueda salir a acampar conmigo en enero sólo tres noches", decía al inicio el escrito.
La inusual situación causó sorpresa en el abogado. Sin embargo, como a toda la correspondencia, se comprometió a responder en un plazo de 24 horas. "Hoy (ayer) lo llamé por teléfono y le comenté que ya estaba su respuesta", contó el juez.
De esa forma, Fernando podrá cumplir su deseo y el próximo mes podrá acampar tres noches con su padre, quien se encuentra condenado a 540 días de arresto domiciliario nocturno por el delito de conducción en estado de ebriedad sin daño ni lesiones a terceros. Para el cumplimiento efectivo de la sentencia, el hombre se encuentra con una tobillera electrónica.
SUEÑO DE NAVIDAD
Fernando vive en el sector de Monte Águila, a 20 minutos de Cabrero, junto a su familia. Desde pequeño entendió que la Navidad era mejor compartirla con sus cercanos y por eso se atrevió a escribir la carta.
"Antes que le pusieran la tobillera a mi papá, yo le decía que quería acampar durante el verano. Me puse triste cuando llegó la tobillera, porque ya no podríamos salir. Esta semana se me ocurrió escribir la carta y mi mamá no quería, porque dijo que no nos iban a tomar en cuenta. Al final pasó esto por insistir", relató el niño.
Nadia González, mamá de Fernando, recalcó que la idea nació de su hijo y a pesar de la oposición inicial lo acompañó a dejar la misiva hasta el Tribunal de Letras y Garantía de Cabrero.
"Aproveché que veníamos a hacer un trámite y pasamos a dejar la carta. La verdad es que nunca nos imaginamos que iba a pasar esto", contó.
En la carta, Fernando le explicó al juez que aprobó el cuarto año básico con nota 6,3 y que estaba listo para iniciar el quinto año en la escuela Esperanza de Monte Águila.
"Queremos ir a Campanario. Ahí hay un río donde uno se puede bañar tranquilo porque no hay tanta corriente y partes profundas. Cuando mi papá no tenía la tobillera, todos los veranos íbamos a acampar al mismo lugar", recordó Fernando.
Nadia González, en tanto, afirmó que el papá de Fernando no sabía de la carta hasta que el niño le contó, luego de haberla entregado. "Nosotros pensamos que volveríamos sólo con una hoja, pero fue una gran sorpresa", agregó.
HA LUGAR
Eduardo Fritz Castro llegó en agosto de este año a Cabrero, luego de trabajar por tres años en Freirina y otro en Copiapó, en el norte del país. Desde su llegada al Biobío, cuenta, trató de hacer más cercano el mundo de los tribunales, que para muchos puede ser considerado como frío.
"En este trabajo existe la tendencia a ser muy frío, pero en este tiempo de Navidad y fin de año los gestos como el de Fernando nos impactan y remecen. Nos dan fuerza para seguir, pues no es un trabajo fácil. Acá se decide la libertad de las personas y gestos así son de grandeza humana", contó.
El juez explicó que el gesto del niño no dejó de emocionarlo. "En este tiempo navideño, de consumo, donde andamos apurados y no nos conocemos entre las personas, que venga un niño abogando por su papá con un escrito en la mano es emocionante y nos saca de lo común", detalló.
Respecto a las condiciones para acceder a la petición del niño, Fritz manifestó que primó el bien superior de los niños.
"Algo tan simple como ir a acampar con su papá de seguro va ser algo muy bueno para ese grupo familiar. Acá hay normas de garantía por un lado y las de familia por otro, entonces en estos casos prima el interés superior del niño, porque entendemos nosotros que no habrá una afectación a la pena", detalló.
El magistrado explicó en ese sentido que Gendarmería deberá reportar un incumplimiento por parte del padre de Fernando. "Como esto ya está autorizado, lo tendremos como justificado y al final de la pena se le agregarán estos tres días. Es decir, la ejecución de la sentencia no se verá afectada por ningún motivo. Acá no hay nada oculto", precisó.
Sobre las dudas del caso, Eduardo Fritz dijo que se enfrentó a distintos tipos de comentarios y dudas por el origen de la carta.
"Yo no tengo por qué presumir la mala fe de un niño. Yo parto de la base que la carta la confeccionó él por sus características y lo más noble es que él fue quien la entrega y aboga por su padre", cerró el juez.