Centro UdeC aporta a mejorar la salud de plantas y árboles
Con la certeza de que estaba latente la necesidad de apoyar a los pequeños y medianos (pymes) propietarios forestales de la Región del Biobío en la detección y manejo de problemas sanitarios de sus cultivos se creó el Centro de Diagnóstico de Enfermedades y Plagas Forestales (CDEF) de la Universidad de Concepción (UdeC).
"Pese que el sector forestal se concentra en dos o tres grandes empresas, hay un grupo de propietarios que no tiene fácil acceso o desconoce cuáles son las opciones que tiene cuando se ve enfrentado a problemas de esta naturaleza. Queremos constituir una posibilidad para este grupo para solucionar estos problemas sanitarios", sostiene el subdirector de este centro, Eugenio Sanfuentes, ingeniero forestal doctor en Fitopatología, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y subdirector del Centro de Biotecnología de la UdeC.
Así, la iniciativa, integrada por un equipo de distintos especialistas, entrega un servicio gratuito de diagnóstico y manejo para propietarios forestales o de plantaciones de bosque nativo, viveristas forestales e incluso jardines particulares, quienes no pueden acceder a consultorías privadas ante situaciones como plagas o enfermedad de las especies, lo que deriva en toma de medidas que no siempre son las adecuadas y podrían perjudicar los cultivos.
Para acceder al servicio dos vías de ingreso son Conaf o Corma, instituciones que forman parte del Comité Consultivo del CDEF, apuntando que hasta ahora tienen "sobre 120 diagnósticos realizados, con prescripción de manejo en los casos que corresponda a viveristas, propietarios y también de arbolado urbano". Los resultados del análisis hecho por especialistas se plasman en un detallado informe.
FINANCIAMIENTO
La ejecución de este proyecto ha sido posible luego de que se presentara al Gobierno Regional del Biobío en 2014, obteniéndose un Fondo de Innovación para la Competitividad que permitió iniciar las operaciones durante el 2015.
Y aunque en enero de 2018 finaliza este financiamiento, está lejos de ser sinónimo de que se acabe el trabajo del CDEF, destaca su subdirector. No tiene dudas de que es un aporte trascendental y, por ello se proyecta mantener la operación activa y en el transcurso del primer semestre del próximo año postular a un nuevo fondo. "Esperamos seguir ofreciendo este servicio subsidiado, porque tiene relevancia y utilidad práctica", precisa Eugenio Sanfuentes.
MÁS CONOCIMIENTO
Junto con el beneficio para los propietarios que además estarán mejor capacitados, el impacto de este proyecto va más allá de lo evidente, pues son múltiples los aportes que se generan a partir de los análisis y las razones que sustentan la necesidad de que exista. Clave es el conocimiento que generan para el país el estudio y los diagnósticos, que por un lado es útil para reconocer la realidad sobre las principales problemáticas sanitarias que están afectando a los cultivos y mejorar su abordaje en lo técnico.
También son esenciales para enfrentar e ir superando uno de los más grandes desafíos que hay en Chile, especialmente en las especies nativas. "Se ha hecho muy poco por la sanidad del bosque nativo, es muy poca la información disponible, hay un desconocimiento profundo de las patologías que las afectan", dice el doctor Sanfuentes. Falencia que podrían disminuir en la medida que avancen en análisis y diagnósticos.
La tarea es grande, reconoce, queda mucho por saber, pero no hay tiempo para quedarse de brazos cruzados, sobre todo porque a lo inmediato se suma la importancia de preparados para los retos futuros en un planeta que así como ha visto transformaciones en sus condiciones medioambientales debido a fenómenos como el cambio climático, también va a ver variaciones en las afecciones de la flora. Y eso ya está sucediendo. "Hay muchos problemas patológicos que van a aumentar, porque hay agentes que antes no eran problema y ahora están agravándose, y también hay patologías emergentes, que nadie conoce porque estaban incógnitas. Además, por el intercambio comercial hay un riesgo importante de que patógenos e insectos lleguen al país desde otros territorios, pese a que el SAG hace un trabajo destacado a nivel latinoamericano. Hay que estar preparados para lo que suceda y así poder tomar las medidas rápidas", manifiesta. Para esto también es de especial relevancia el conocimiento disponible y, por ende, las investigaciones que se hagan son un aporte esencial.
MÁS ANHELOS
Íntimamente ligado a lo expuesto, están los anhelos de expandir el trabajo. Una de las ideas latentes es constituir una base de datos georreferenciada que permita diseñar un mapa en el que se indiquen las problemáticas detectadas y así establecer relaciones con clima, suelos o distancias de los centros urbanos, explica.
Por último, está ampliar la labor a regiones aledañas como la del Maule o la Araucanía, donde también hay bastante recursos forestales. "Porque, evidentemente, de límites administrativos no conocen las plagas y ni las enfermedades", finaliza el doctor Sanfuentes.