Un programa de características variadas, en colores y estilos, es el que presentarán las integrantes de la academia de Juanita Toro, en su ya tradicional gala anual.

La cita doble está programada para mañana, a las 12 y 19 horas, en el Teatro UdeC, jornadas que siempre cuentan con un gran marco de público, entre curiosos y familiares. "En la primera función se presentan todos los niveles infantiles de nuestra academia", cuenta Juanito Toro.

Una de las novedades de la gala 2017 es que un grupo de pequeñas está preparando "Cascanueces", ballet para el cual cuentan con el apoyo de alumnos del nivel adulto para los roles de padres. "Estarán presentes todos los alumnos desde los 4 a los 14 años de iniciación a la danza, ballet, danza moderna y break dance, todos incluidos dentro de la obra", adelanta la bailarina y maestra penquista.

En la función de la tarde, en tanto, se presentarán los niveles juvenil y adulto de ballet, danza jazz, danza moderna, afro y tribal.

TODO UN MONTAJE

En este marco, los alumnos de ballet del cuarto año de la escuela, correspondiente a nivel intermedio y de iniciación, juvenil y el curso avanzado también presentarán el mismo ballet con música compuesta por el ruso, Piotr Ilich Chaikovski, figura importante del romanticismo.

Para este montaje, "Cascanueces" contará con el bailarín invitado Gabriel Valencia, ex alumno de la academia local y actual bailarín y profesor del estudio de danza de Hugo Zárate de Chillán.

Las coreografías pertenecen a Juanita Toro y Roger Leal

Además las diferentes especialidades participantes, bajo la dirección de Soledad Riquelme, Reinaldo Araneda, Nicolle Lassarre y Renata Burgos, presentarán otras coreografías.

Totalmente lo contrario ocurre en "Los últimos Jedi". El guionista y director Rian Johnson continúa la historia prácticamente en el punto exacto, donde termina su predecesora.

La Primera Orden predomina en la galaxia, teniendo como única amenaza una Resistencia cada vez más débil, liderada por Leia Organa (Carrie Fisher). Por otro lado, Rey (Daisy Ridley) llega a la solitaria isla, donde se escondía Luke Skywalker (Mark Hammil), buscando aprender más sobre la fuerza.

Como adelantamos, la narrativa en esta película es totalmente diferente a la anterior, pues el guión nos lleva por caminos poco transitados en otras cintas del universo Star Wars.

Un punto altísimo es la arriesgada propuesta visual, que utiliza planos abiertos y colores intensos para lograr algunas de las mejores secuencias de acción espacial que hemos visto desde "El regreso del Jedi". Mención aparte para las peleas con sables de luz, cuya propuesta artística resulta sencillamente deslumbrante.

Similar es lo que ocurre con el arco que involucra a los personajes de Rey, Luke y Kylo Ren (Adam Driver) que, por lejos, es la trama más interesante de la película. Cada uno irradia tanta vulnerabilidad, en su propio estilo y contexto, que nos permite comprender sus motivaciones y otorgarle al relato un sentido de urgencia y riesgo en la mayoría de las escenas. Destacar las interpretaciones de este trío central, pues -sin duda- hay una compenetración importante de los actores en la ejecución de sus personajes.

REVELACIONES

Rian Johnson toma varios riesgos con la historia y la mayoría terminan siendo grandes aciertos. En "Los últimos Jedi" casi ningún punto angular de la trama puede ser fácilmente predecible. Es muy probable que el espectador se vea sorprendido por algunas de las decisiones que el guión decide ejecutar.

No adelantaremos nada, pero es importante señalar que si en "The force awakens" había mucho de "Una nueva esperanza", esta película posee revelaciones tan inesperadas como las de "El Imperio contraataca".

Sin embargo, tanto riesgo tiene sus consecuencias y la narrativa se resiente de ellos en pasajes importantes de la producción.

Uno de los arcos argumentales parece estar muy fuera de lugar, sin ser del todo un desastre, pero carece de la sustancia y carga dramática de las otras historias que están sucediendo.

Esto hace que la película caiga en momentos tediosos, saltando de un momento de gran urgencia para la historia, a otro que perfectamente podría no haber sido incluido en el corte final.

A lo anterior, agregar que la película tiene una extensión (152), que se siente injustificada a ratos. Varias escenas de poca relevancia se alargan en exceso y el desarrollo de ciertos personajes, que en la teoría deberían ser importantes, no logran alcanzar el estándar de otros memorables secundarios del universo Star Wars.

De todas formas, los fanáticos y el público general, de seguro, agradecerán el corajudo rumbo que Rian Johnson decidió darle a la franquicia.

Pese a estar lejos de ser perfecto, logra transmitir la sensación de estar viendo algo totalmente nuevo y diferente.