Pasadas las 20 horas local de ayer, el Presidente de Brasil, Michel Temer, recibió el alta médica y abandonó el Hospital Militar de Brasilia, tras ingresar durante la mañana por un problema urológico.

"Está bien y, por consejo médico, irá a descansar a su casa", informó la Presidencia a través de un comunicado. El propio Mandatario confirmó que se encuentra en buen estado de salud. "Estoy entero", declaró a la salida del hospital.

En las primeras horas del día, Temer tuvo un malestar que el médico de guardia del palacio presidencial diagnosticó como una obstrucción urológica.

Tras su traslado al centro médico, fue sometido a "una sonda vesical por video". El hecho ocurrió mientras la Cámara de Diputados debatía si daba seguimiento a una denuncia de corrupción contra el Mandatario.

En horas de la tarde, el Congreso rechazó los cargos presentados por fiscales en su contra, lo que evita que enfrente un juicio en el Supremo Tribunal Federal. El caso involucraba supuestos sobornos pagados por frigorífico JBS, y el resultado se conoció antes de que terminara la votación.