Las etapas de la vida muchas veces pueden transformarse en un proceso lleno de buenas experiencias, pero a su vez pueden existir aspectos negativos, como ocurre en el caso de los adultos mayores.
Por esa razón, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), creó el Día Internacional de las Personas Mayores, con el fin de evitar discriminaciones o escenas negativas, ante una etapa de la vida en el que la compañía y la atención deberían ser fundamentales.
Leidy Lagos, académica de Terapia Ocupacional de la Universidad San Sebastián, mencionó que sin duda existe mucha discriminación que afecta a la adultez mayor. Según la especialista, "en la actualidad, la llamada tercera edad, se ha visto afectada por una serie de prejuicios que transmitidos y generalizados por procesos de socialización, se ve esta etapa como un proceso negativo y sinsentido, a la cual nos negamos a llegar y no la valoramos como una etapa valiosísima del desarrollo del ser humano".
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Bajo el mismo planteamiento, la experta aseguró que "otro elemento trascendental que favorece esta discriminación, es nuestra propia cultura que frecuentemente comprende la vejez, asociados a procesos patológicos y disfuncionales, generalizándolos a toda la población de adultos mayores".
INCLUSIÓN Y ADAPTACIÓN
Si bien es cierto que las discriminaciones en esta etapa de la vida existen, los adultos mayores buscan las posibilidades de llegar a este ciclo de una manera sana y positiva, para evitar prejuicios y tener una mejor calidad de vida.
Pero lo anterior puede ser difícil de llevar a cabo. Las enfermedades y dependencia que implica ser adulto mayor, se vuelve algo negativo al momento de buscar el bienestar y comodidad para vivir esta etapa.
Desde allí, Lagos manifestó que si la sociedad se adoptara una cultura preventiva y promocional y se fuera consciente de la importancia de estos dos conceptos (envejecimiento y vejez), se podría mejorar la calidad de vida de los adultos mayores. "A medida que envejecemos y evitando cualquier factor asociado a la discapacidad, la situación de dependencia, o la disminución de la participación social. Por lo tanto lo primero, es tomar conciencia y prepararnos para envejecer", comentó.
Asimismo, la terapeuta reconoció que el primer punto para llegar a una adultez saludable es tener conciencia de que todo lo que se realiza a diario, afectará este proceso. "Debemos tomar conciencia que todo lo que hacemos a diario afectará nuestra calidad de vida cuando seamos personas mayores. Por esto, es relevante tener estilos de vida saludables y controlar aquellos factores de riesgo modificables como el tabaco, el alcohol o el sedentarismo, y con esto potenciar los factores protectores que nos apoyen para llevar una mejor vejez", recalcó.
Según lo anterior, Lagos detalló que hacer deporte y mantener una buena alimentación, son factores clave para aquellas personas que ya están pasando por el ciclo de la adultez mayor. "Debemos pensar que son múltiples los factores que influyen en la calidad de vida de nuestros adultos mayores, entre ellos el entorno físico es fundamental, ya que se considera que influye en el bienestar subjetivo de las personas mayores contribuyendo al tipo y nivel de actividad que realizan y al fomento de las relaciones sociales que se pueden dar en este contexto", afirmó.
Otro punto para que los adultos mayores puedan mejorar su bienestar, es que las ciudades estén adaptadas para ellos, y que la misma sociedad pueda valorarlos de una manera sincera y positiva. Considerando que la esperanza de vida ha ido en aumento en los tiempos actuales, la premisa de la comunidad debería basarse en la aceptación e inclusión de las personas que pasan por esta etapa.
Lagos, señaló que "es importante construir o adaptar las ciudades, pensar en un diseño para todos, en la igualdad de condiciones y la integración intergeneracional y crear espacios seguros, accesibles y confortables para nuestros adultos mayores, donde se promueva la independencia , la autonomía y por sobre todo la participación social de cada uno de ellos".
ADULTEZ SALUDABLE
Nancy López, trabajadora social y académica de la misma casa de estudios, planteó que llegar a la etapa de adultez mayor, puede transformarse en un desafío a la hora de vivir de manera saludable y sana.
Teniendo en cuenta que el envejecimiento saludable no sólo comprende tener buena salud física y mental sino también la satisfacción que el/la adulto mayor siente con su vida, en lo afectivo, emocional y en lo relacional, es preciso que la sociedad forme parte de este proceso de forma sana y no discriminatoria.
"Llegar a la adultez mayor sintiéndose saludable implica cultivar desde mucho antes de esta etapa hábitos de vida sana, el compromiso individual es fundamental, no se puede esperar que sea el Estado quien asuma responsabilidades que son individuales, sí éste debe ser un garante de oportunidades para los más desventajados, pero la responsabilidad se inicia con la toma de consciencia individual del cuidado de la vida presente con una mirada de futuro", aseveró.
López consideró que el concepto de calidad de vida es altamente subjetivo, no obstante, hay condiciones mínimas necesarias a las que, siguiendo el enfoque de derecho, toda persona debe tener acceso, desde esta óptica las políticas públicas deben responder a las características, demandadas y a las problemáticas que en la actualidad presenta nuestros/as adultos mayores.
Es así como la especialista aseguró que "estas mismas políticas deben tener una visión de mediano y largo plazo, implementando programas preventivos y promocionales de envejecimiento saludable y no sólo respondiendo de manera reactiva ante la nuevas problemáticas que surgen por la dinámica del cambio social, como decían nuestros/as abuelos. Es mejor prevenir antes que curar es un sabio refrán, que permitiría ahorros considerables al no tener que intervenir frente a problemáticas ya consolidadas".
La trabajadora social hizo un llamado a la sociedad para la aceptación y la inclusión de los adultos mayores, considerando que es una etapa que se toma como un descanso y un receso de los problemas. "La responsabilidad que debemos asumir para con los adultos mayores es la misma que para con cualquier ciudadano que se encuentre en situación menos aventajada".