En un tono amigable y con más de 50 asistentes finalizó el concierto "Por montes y Valles" de la Compañía Escuela Ensamble Balmaceda, que se llevó a cabo el miércoles y jueves pasado, en el marco de los 100 años de Violeta Parra.

La jornada estuvo musicalizada, únicamente, con instrumentos de la gama andina. Quenas, charango, zampoñas, guitarra y bombo fueron los encargados de entregar un sonido más natural, vinculado al folclor chileno y a su importancia en la sociedad.

El objetivo de esta presentación, tuvo que ver con dar a conocer otro aspecto de la carrera de la cantaora fallecida en 1967. La idea es enfocándose no en el aniversario, sino en la trayectoria de la artista y el significado que su identidad sonora tiene para quienes crecieron escuchando su música.

"Quisimos reflejar el vínculo con las cosas naturales, con la territorialidad y con el sentido social que habita en ello. Nosotros tratamos de no apegarnos mucho con el homenaje, porque Violeta Parra siempre ha estado presente, no sólo cuando es 18 de septiembre o cuando cumple 100 años", señala Luciano Oyarzún, director de la obra.

El repertorio estuvo conformado por 8 canciones. Entre ellas, destacan "Cantores que reflexionan" y "Amigos tengo por ciento".

La intención de la agrupación era salir de lo cotidiano y mostrar a Violeta Parra más cercana a lo poético y teatral, para no desvirtuar su musicalidad. "El público era muy atento, la instancia se dio muy íntima, y la calidad de la audiencia fue valiosa", agrega Oyarzún, refiriéndose a la buena recepción de quienes asistieron a las dos funciones del concierto.

Pero la compañía, mediante esta propuesta, busca ir más allá de la imagen que hoy predomina de la cantora campesina.

"Se trata de un punto central en nuestra conexión con la autora, dada la contrariedad que sentimos como colectivo artístico hacia las fórmulas de patrimonio que desde diversas instancias podemos copiar su propuesta, volcando el sentido de su obra hacia el fortalecimiento de la identidad nacional desde la vereda neoliberal", comenta Oyarzún.

PROYECTOS FUTUROS

Pero Violeta Parra no sólo inspiró este montaje. Para la compañía se vienen muchos proyectos más que tienen relación con homenajear a la nacida en San Fabián de Alico.

La agrupación pretende realizar un seguimiento a su herencia e influencia en el arte de otros artistas chilenos, comenzando por Víctor Jara. "Charagua" y "Danza de los niños" está entre los planes, cuyo trabajo surge en paralelo a la muerte de la cantautora y rescata las temáticas sociales de la época que Violeta presentó con sus composiciones.

"Nuestro interés siempre está en profundizar en cuanto a la calidad e ir mejorando elementos, sobre todo escénicos, además de lo musical y abordar otros autores que podrían parecer distantes pero que en el fondo no lo son" comenta Luciano Oyarzún sobre los proyectos a futuro de la compañía, "No es solo Violeta, sino que hay un mundo ahí que quisiéramos desempolvar", sentencia el gestor cultural.