Niños de San Pedro ganan concurso nacional de piano
Ayer se cumplió una semana desde que el grupo infantil de pianistas de la Corporación Cultural de San Pedro de la Paz, arribó hasta Santiago para participar en la XV versión del concurso destinado a alumnos de la Asociación Latinoamericana de Profesores de Piano (ALAPP), en su apartado nacional. El evento se realizó la tarde del sábado recién pasado, en el Aula Magna de la Universidad Central.
Los resultados, sin duda, dejaron un marcador favorable para la zona. Los pequeños pianistas se quedaron con los tres primeros lugares en la categoría Primer Nivel Niños.
El gran victorioso de esta exigente competencia fue Roberto Samur, quien con tan sólo 8 años, logró coronarse como el mejor de su categoría obteniendo el primer lugar. Luego lo sigue Mariano Riquelme de 9 años, que además de de alcanzar el segundo puesto, se quedó con el reconocimiento a la mejor obra común. Valentina Ojeda con 10 años obtuvo el tercer lugar de la competencia.
Pero estos tres talentos sampedrinos no fueron los únicos que destacaron durante la jornada. Javiera Azócar, también alumna de la Corporación, obtuvo una mención honrosa en la categoría 2.
El panorama que vivieron los pequeños pianistas junto a sus respectivos padres, fue de una seguridad imperante. "Este ambiente positivo se transmitió gracias al cariño y disciplina de su maestra de piano, Deysi Miranda", concuerdan los tres protagonistas sampredinos.
EXPERIENCIA INOLVIDABLE
El orgullo siempre estuvo latente entre los padres de estos participantes. "Vamos a disfrutar" fue lo primero que le dijo Ximena Salazar a su hijo Roberto Samur de 8 años, antes de la competencia. "Lo más importante es que vas a participar, y si alguno de tus amiguitos gana hay que estar contentos, porque traerá un premio a la comuna", señaló la madre.
Este talentoso chico lleva alrededor de 2 años y medio practicando en las teclas. "El año pasado también había participado, pero no logró traer ningún premio, aún era demasiado pequeño. Incluso, ahora sus manos siguen siendo muy pequeñas, y no le permiten alcanzar algunos acordes, pero de igual forma se lució", apunta Salazar muy orgullosa de su hijo.
El pequeño pianista se mostró muy seguro de sus capacidades. "Iba confiado, sentía que podía ganar, iba con esa intención. El primer lugar me dejó muy feliz", dice Roberto con alegría, quien asegura estudiar piano para seguir el deseo de su padre, quien también es pianista.
Jaime Riquelme, papá de Mariano, cuenta que fueron a la competencia sin mayor expectativa, y se llevaron una grata sorpresa con la medalla que obtuvo su pequeño. "Se ha ido motivando más con el piano, le va agarrando más el gusto", confiesa respecto al chico que desde los 6 años comenzó a practicar.
En relación a su segundo lugar, Mariano declaró sentirse muy feliz. "Sí o sí iba a ganar un premio", exclamó con gran personalidad, la que su padre asegura que es su fuerte a la hora de las presentaciones masivas.
La ganadora del tercer lugar, también quedó muy conforme con su logro. "Todo fue una experiencia muy buena, y ahora tengo como meta tocar muchas más obras, pero grandes obras", dice con seguridad, destacando que cuando escuchó su nombre durante la premiación, no podía aguantar la emoción
UN TRABAJO DE NIVEL
La preparación de los niños fue fundamental y determinante para lograr el buen desempeño en esta competencia. Según confesaron los músicos en formación, la exigencia de su maestra Deysi es de muy alta, pero se contrasta con el cariño y afecto que les entrega durante los 45 minutos que dura el periodo lectivo individual de los 21 alumnos que posee en la Corporación.
"Preparar a un niño es enseñarle que debe hacer un trabajo bien hecho, y como consecuencia de su esfuerzo, siempre habrá una recompensa. Siempre les digo eso, y que lo lleven a planos generales de sus vidas, no sólo a la música", explica la profesora de 52 años.
Respecto a la competencia asegura que el nivel presentado y la evaluación de los jueces era de una exigencia mayor.
"En el ALAPP van muchos profesores destacadísimos, incluso me tocó competir con una profesora que tuve, Frida Conn. Todo es muy simpático, pero hay que destacar que a este certamen no van aficionados, sino sólo profesionales, por eso trato de lleva a los niños con un nivel muy alto en la exigencia", asegura.
Pero gran parte de este logro, se le atribuye a la Corporación Cultural de San Pedro de la Paz. Según Miranda, el trabajo es fundamental para desarrollar el talento de los chicos. "Además, celebra la adquisición del piano de cola Steinway, que gestionó la institución", cuenta la pianista.
Para obtener una beca en la Corporación basta, únicamente, con demostrar el talento musical y dejar en evidencia las ganas de aprender.