El poder de la relajación
Muchas personas están hoy en la búsqueda de la relajación, como un estado mental, emocional y corporal de distensión y de tranquilidad. Y en una de las primeras cosas en las que piensan, para alcanzar este estado es en la meditación, pensando en algún carácter evasivo o de visualización que permitiría alcanzar ese estado de relajación tan anhelado.
Mindfulness
Pero es en ese momento donde la meditación y contemplación funcionan como una herramienta para la relajación. O como lo explico en mis talleres, como un regalo para uno mismo, que nos permite notar y hacernos cargo de aquello que nos complica.
Es importante mencionar que existen diferentes disciplinas, herramientas y técnicas de relajación, entre ellas la meditación, las cuales las personas pueden explorar para escoger cuál de éstas les acomoda más, y aplicarla a sus vidas y tareas cotidianas.
Una de las principales recomendaciones, al momento de meditar, es tener una buena postura al sentarse. Esto implica la espalda derecha, nunca apoyada, las plantas de los pies bien apoyadas en el suelo, y los brazos relajados con las manos sobre los muslos. Allí, el ancla al presente es la respiración, donde se debe poner la atención observando cómo ingresa y sale el aire del cuerpo, observando luego las sensaciones del cuerpo. Si cerrar los ojos es incómodo o produce demasiado sueño por el cansancio, un objeto neutro puede contener nuestra mirada y ayudarnos en las primeras exploraciones.
Quizá se pueda notar un dolor, o una necesidad que durante todo el día no apareció producto de la vorágine. Eso es lo que produce una práctica contemplativa, al devolvernos y ayudarnos a recuperar la humanidad que perdemos día a día.
Otras prácticas se relacionan con el movimiento y la coordinación de éste con la respiración, especialmente a nivel cervical, inhalando y exhalando junto a las torsiones del cuello y la columna. Los aromas también pueden ayudar: cítricos para alegrar el ánimo, de menta o romero para la concentración, y de lavanda para la tranquilidad y la limpieza energética.
Todo esto se puede aplicar, unos minutos al levantarse, o bien antes de acostarse. De manera previa a iniciar las numerosas tareas del día o durante las luces rojas del semáforo, cuando la mente está condicionada hacia el futuro.
La invitación es aprender a tomar consciencia y a hacernos cargo de lo que necesitamos.
dir. Bienestar
Organizacional Consciente,
Rukalihuen