"La industria en general no está abocada a proyectos de capital"
Al igual que muchos segmentos en Chile, la industria de la celulosa está pasando por un momento complicado, llena de retos y de desafíos, pero a la vez como muchas oportunidades, considerando que el país tiene el 10% del mercado mundial, según el informe de la FAO estudio de capacidad de pulpa y celulosa 2013-2018.
Esa es la opinión que tiene Gustavo Jaramillo, gerente de negocios de Soluciones de Siemens, que ayer estuvo en Concepción en el marco de la primera edición del "Siemens Fiber Days 2017", que reunirá hasta hoy a diversos expertos que analizarán los desafíos de la industria para los próximos años.
El ejecutivo indicó a este medio que uno de los cambios que se podrían dar es a través de la tecnología y la innovación, donde la industria de la pulpa y el papel podrían ser más productivas, reduciendo los costos, con mayor eficiencia energética.
"Es decir, hay algunas oportunidades que ventajosamente, con tecnología, se puede colaborar al desarrollo hasta que los precios de la pulpa cambien. Sin embargo, independiente de los valores, la empresa que aproveche esto estará muy bien posicionada cuando los precios de los commodities suban. ¿cuándo va a pasar eso? Por ahora no se sabe, pero el reto es aunar esfuerzos, tanto de proveedores como clientes, para hacer la producción mucho más eficiente y amigable con el medioambiente", afirmó.
- Pasa por precios, lo cual no permite que la inversión se desarrolle como uno quisiera. Aparte también hay temas políticos, coyunturales, junto a la demanda, que viene especialmente de Asia, porque el 25% de la producción de papel va a ese mercado. Son cosas internas y externas que de todas maneras nos plantean desafíos que ventajosamente podemos solucionarlos trabajando mancomunadamente, los clientes finales, las empresas de ingeniería, las empresas que se dedican a los procesos productivos como tal y nosotros como empresa tecnológica y de innovación.
- Llevamos bastantes años trabajando en conjunto con ellos no solo desde el punto de vista tecnológico, sino que también de definición de estándares. El tema de las comunidades también es importante para nosotros, donde tenemos bastante experiencia, especialmente en el área minera, que también es clave para la economía nacional. Estamos conscientes de que un proyecto hoy no solo necesita ser rentable o que sea aceptado por un directorio o accionistas de una empresa, sino que también admitido por la comunidad donde se emplace el proyecto. Ese es un trabajo que en conjunto lo debemos hacer, por supuesto, liderado por el cliente final, pero siempre viene nuestro apoyo.
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- Cuando hablamos de que Chile es un país minero es una verdad innegable. Sin embargo, cuando se ve de donde viene el PIB de este país, un porcentaje importantísimo es del sector forestal. Así que no creo que el reto esté en reemplazar lo que es el cobre. Yo diría que el desafío es complementar lo que hace el metal rojo, es decir, hacer crecer los ingresos del país por medio de dos segmentos industriales altamente competitivos a nivel local e internacional.
- Según los expertos, las miles de hectáreas quemadas primero generaron un daño ambiental tremendamente fuerte que nos va a tomar muchos años para que se recuperen. Sin embargo, entiendo que las empresas, en este caso de pulpa y papel, han tomado todas las medidas correspondientes para mitigar ese riesgo. Además, porcentualmente, las hectáreas arrasadas no afectan significativamente las metas de producción que tienen a mediano y largo plazo. Al igual que la minería, la pulpa y papel son segmentos que no ven (resultados) al día de mañana, sino a muchos años hacia adelante. Bajo ese contexto, creo que no debería haber un efecto que determine el funcionamiento o no de un área tan importante como la pulpa y papel para Chile.
- Creo que sí. El tema importante es aprovechar las tendencias que se están viendo en sector. De hecho, hace unos años decidimos que el segmento que se llamaba pulpa y papel, hoy se denomina soluciones para la industria de fibra. Ese cambio no fue solo de palabra, sino que observamos a nivel global que esa parcela está migrando a hacer algo mucho más amplio e íntegro. Por ejemplo, está involucrado en la producción de energía con biomasa, en el cambio de paradigma en no solo hacer producto de pulpa para la elaboración de papel, sino que también para hacer fibras textiles que pueden ser usadas en vestimenta. Ese tipo de oportunidades que se están detectando a nivel global, acá también deberíamos aprovecharla. Acá más del 70% de la pulpa que se produce se exporta que al final nos entrega un producto terminado.
- Así es, la solución debiera ir por ahí, pero no es tan fácil dar ese paso, porque cuando empiezas a enviar un producto terminado, en principio estás compitiendo con tu actual cliente. Entonces, es un tema que hay que balancear, mirarlo dentro de una perspectiva bastante objetiva, de manera que no cometamos un error que nos puede costar bastante fuerte en el futuro cercano o mediano. Aparte, hay temas internos que tenemos que arreglar, como, por ejemplo, si hay que ser competitivos con productos terminados, hay que remediar temas como los costos de la energía, los laborales y cosas de esa naturaleza que permitan ser competitivos. Hoy tenemos materia prima, pero para sacar un producto terminado depende de muchas cosas externas.
- Nuestros ejes fundamentales son tres: electrificación, automatización y hoy la digitalización. Con estos tratamos de servir, colaborar con las empresas que están en este rubro. No solo trabajamos con Arauco o Cmpc que son los fundamentales, sino que también trabajamos con Papeles Biobío y Masisa, que son parte del segmento que están siendo atendidas no solo desde Santiago, pues estamos en Concepción.
- La verdad es que han ido a la baja y hoy están sustentados básicamente en proyectos operacionales. Lo que vemos es que la industria en general no está abocada a proyectos de capital porque aún no es tiempo para eso, dado los temas internos y externos. Los montos de inversión son mucho menores a los que había 5 a 6 años atrás. Sin embargo, existen y están basados en optimizaciones, modernizaciones y servicios, es decir, el cliente industrial está en mejorar la infraestructura que hoy tiene. Eso no se puede lograr sino se incrementa en tecnología, procesos e innovación, con el fin de sacar más a lo que hoy se cuenta.
- Debe estar cercano al 15% o 20% por año, una cifra que es importante para el sector forestal. Sin embargo, la situación debería mejorar el próximo año. Estamos confiados de que eso será así. Ya vemos proyectos como Mapa que tiene su tema ambiental resuelto. Eso sí, aún hay temas externos, (Arauco) está revisando su inversión en Brasil (Eldorado), que pone en riesgo al ejecución de Mapa, pero eso lo veremos en la próxima reunión de directorio del cliente, que va a ser pronto.