La pérdida de competitividad ya ahogaba a la emblemática industria cementera nacida en Talcahuano, Cementos B´´io Bío.
El superávit internacional en la oferta de clínker, la disminución de los costos de transporte y de logística que se traducen en un bajo costo de la importación de este insumo comparado con los altos costos de la producción local, principalmente la energía, no dejó otro camino más que la reestructuración productiva de la empresa, que implicó la desvinculación de 40 personas a contar de ayer.
Esta reorganización del proceso productivo hace necesario reducir la dotación operativa de esta planta en aproximadamente 40 personas, de un total de 131 trabajadores de Cementos Bio Bío del Sur, dijo la cementera a través de un comunicado.
proceso difícil
Desde la compañía afirmaron que este proceso ha sido muy doloroso para la empresa, puesto que la vocación productora de cemento ha sido la motivación histórica de Cementos Bío Bío.
"Hoy más que nunca continuamos comprometidos con el desarrollo de la Región. Las personas que se retiran de la empresa son del área de operaciones y evidentemente, empatizamos con la situación de cada uno de los trabajadores que están siendo desvinculados, y con sus respectivas familias, por lo que hemos generado un plan de salida especial, en línea con lo solicitado por nuestro sindicato", aseguraron.
Para hacer frente a las actuales condiciones de mercado, la Planta de Talcahuano de Cementos Bío Bío se convertirá en una unidad de molienda de clínker importado (el principal componente del cemento que se forma tras calcinar caliza y arcilla) abandonando su producción en Chile.
De esta manera la planta de Talcahuano transitará desde un modelo productor de clínker a uno importador y comenzará a recibirlo proveniente principalmente de Asia, el cual será procesado en sus instalaciones, lo que permitirá asegurar la calidad y cantidad del producto comprometido a sus clientes y consumidores, dijo la cementera.
Las medidas adoptadas le permitirán a Cementos Bío Bío hacer más eficientes sus operaciones, con el objetivo de ser una empresa vigente y competitiva en el tiempo, estiman al interior de la industria.
La capacidad productiva de la planta de Talcahuano alcanza a las 750.000 toneladas de cemento al año, la que no se verá afectada en este nuevo modelo productivo. El destino de este material , base del hormigón, tiene como mercado natural la zona sur de nuestro país.
Consultado a fines de mayo sobre la situación de la empresa, el gerente de la planta Talcahuano, Ramiro Cartes mencionó: "No hay que desconocer lo que ha pasado en Talcahuano donde las grandes empresas fabriles de la zona están siendo desplazadas por importaciones de productos. La planta Talcahuano de Cementos Bío Bío no está ajena esta tendencia y estamos realizando todos los esfuerzos para que ello no ocurra. Sin descartar futuros ajustes, por el momento no se ha decidido cambios mayores en la operación de la planta, señaló entonces el ejecutivo.
La planta inició sus operaciones en agosto de 1961 al alero de la entonces Compañía de Aceros del Pacífico (Huachipato) hoy Cap Acero, que hasta hace un par de meses era su proveedor de caliza. Este fue el punto de partida para el desarrollo y crecimiento del Grupo Cementos B´´io Bío, siendo líder actualmente en el mercado cementero y de cal nacional, además de ser un actor principal en los negocios de hormigón y áridos.
Ernesto Escobar Elissetche, gerente general de CAP Acero, opinó que si bien esta es una mala noticia para la Región y el país, "las industrias se deben adecuar a la realidad de sus mercados con el objeto de poder asegurar su viabilidad de mediano y largo plazo".