Implementar una oferta asociativa y comercial de servicios turísticos en el corredor ferroviario Corto Laja, como una contribución significativa a la consolidación del producto turístico "Ramal Corto Laja".

Esto es parte del lanzamiento del programa asociativo Nodo Corto Laja que tuvo lugar ayer en San Rosendo y que busca proveer información y conocimiento para mejorar los niveles de innovación, competitividad y ventas bajo una visión integral del territorio.

Daniela Navarro, directora provincial de Sernatur, afirmó que el Corto Laja ha permitido diversificar la oferta turística regional por medio de un producto de calidad que han ido trabajando de a poco, pero de menos a más. Sin embargo, estima que lo más importante es que este convoy ha permitido la reactivación de las economías locales.

Esto porque al detenerse en cada estación, da la facilidad a los pasajeros de recorrer cada feria que se monta para recibirlos. El gasto, dijo, que se da no es menor, pues cada visitante deja $15 mil promedio, lo cual se ha traducido en un reimpulso que ha motivado a los actores locales, quienes han recibido capacitación para que entreguen un servicio de mayor calidad.

MOTIVACIÓN

La personera recalcó que comunas que no eran turísticas ahora están trabajando en ese mundo, algo que los tiene muy motivados. Con este nodo, dijo que las actividades de asesoría técnica son para ir perfeccionado la calidad y atención al turista, que se trasladan dos veces o quizás más, algo que se evaluará dependiendo de la demanda que tenga el servicio ferroviario.

"Están (los emprendedores) como muy comprometidos con el tren turístico. Ellos quieren mucho a su comuna y el rescate ferroviario es súper importante, sobre todo en San Rosendo, donde el trabajo ha sido muy enriquecedor", apuntó.

Juan Mardones, director del Comité de Desarrollo Productivo del Biobío, comentó que es un nodo que comprende la acción en 38 emprendedores de las comunas de Hualqui (17), San Rosendo (11) y Laja (10), quienes se dedican, entre otros, a servicios de gastronomía, artesanía, turismo y a la producción de licores y de café.

Agregó que es fundamental generar efectos sinérgicos que están relacionados con el trabajo colaborativo, en el desarrollo de confianzas para en conjunto proponer una oferta que permita posicionar este destino como importante a nivel regional, en que el gobierno está haciendo esfuerzos por convertirlo en algo relevante.

La iniciativa apunta, además, a catastrar el patrimonio ferroviario, cultural y natural de interés turístico, potencialidades existentes, puesta en valor adicional al producto.

Con esto se busca implementar un modelo de operación turística para la oferta complementaria del tren Corto Laja a través de la transferencia de herramientas y desarrollar competencias empresariales.

ALGUNOS CASOS

Los emprendedores turísticos beneficiados con el programa son de al menos cuatro estaciones ferroviarias con interés en ofrecer servicios turísticos complementarios, como por ejemplo, venta de artesanía, productos gastronómicos locales y souvenires

María Teresa Ruiz, junto a su esposo, son productores de licores y fabrican más de 22 variedades, con complementos de castañas, avellanas, almendras, nueces, pasas y rosa mosqueta, entre otros.

Vislumbra una asociatividad con los pueblos cercanos, como por ejemplo Talcamávida y Laja "y que se cree un mercadito con todos los emprendedores. He sabido que habrán cursos para mejorar los productos, como las etiquetas de nuestros licores, que darán un valor a las cosas que hacemos".

Por lo mismo, invitó a la gente a que haga el viaje en tren, pues además de disfrutar del paisaje orillando el río Biobío, podrá gozar de la buena atención que los pequeños empresarios elaboran en cada punto donde el convoy se detiene.

Jessica Neira fabrica café de trigo y se siente "optimista con la capacitación que recibiremos los emprendedores, junto con la asociatividad que se dará con otros productores de la zona. Es clave contar con una red de apoyo en el desarrollo de los negocios, cómo potenciar los productos en cuanto a publicidad, que nos permitiría llegar a otros mercados".

Considera que la capacitación pasa también por creerse lo que hacen, sobre todo porque las mujeres pueden manejar sus propios negocios, pero si además reciben herramientas podrán expandirse a otros puntos de la Región.

Este proyecto tiene un costo de $57 millones, aportados por Corfo, empresarios y asociados.

Miguel García, a cargo del taller de innovación, explicó que tras un diagnóstico tienen claras la brechas existentes, sobre todo en la prestación de servicios, en este caso turísticos, pues hoy no lo son y van en camino a eso. Junto a esto, habrá un mejoramiento de los productos, en cómo lo presentan, su singularidad respecto a artesanía.

En gastronomía, el objetivo es hallar una oferta que sea vinculante con el Corto Laja y mejorar el concepto de la hospitalidad, del concepto que tienen de recibir personas y generarles experiencias gratas.

"Sin duda que el circuito del tren turístico pone en valor recursos que estaban presentes. El territorio tiene características interesantes desde el punto de vista del paisaje y su patrimonio cultural, pero falta mucho y hay un espacio para trabajar", resaltó.