Cantante de Hualpén triunfa con su banda en el extranjero
Vivió hasta los 18 años en la comuna de Hualpén, nació en el Sanatorio Alemán y estudió canto durante dos años en el coro de la sinfónica. Ella es Ana Carolina Ojeda, la actual voz de Mourning Sun, una de las bandas doom metal con más proyección de nuestro país, y que ha tenido un exitoso paso por festivales de Europa. Han tenido buena recepción de la exigente crítica, sellos discográficos y otras bandas del viejo continente.
El sábado recién pasado visitó Concepción. En el marco de la tercera versión del evento metalero "Evil's Purgatory", realizado en el Refugio, presentó su altísimo repertorio, en un ambiente repleto y gozando de un público que sabía claramente a lo que iba.
La vocalista y encargada de las letras, recuerda que empezó a escuchar metal a los 12 años, por obra de su hermano, y a los 14 comenzó a dedicar especial atención a bandas en que cantaban mujeres. "Un amigo me prestó un disco de una banda noruega (The 3rd and the Mortal). Cuando los escuché la idea de cantar no me pareció imposible. Llegaba con uniforme del colegio y me ponía a cantar encima de las canciones", confiesa a sus 29 años.
PONERSE METAS
Ana Carolina, como se conoce en el ambiente, estaba decidida. Tenía que ponerse a cantar de forma más constante. "A los 16 decidí audicionar para el coro sinfónico de la Universidad de Concepción, y para mi sorpresa quedé. Era la más chica, y fui compañera de mi profesor de coro del colegio", relata con nostalgia.
A los 18 la joven sabía que su destino era Santiago, por lo que dejó el coro y se puso a estudiar para la PSU. Luego de no quedar en su primera opción -Derecho (ni en la U. Católica ni en la U. de Chile), optó por Traducción e Interpretación de Idiomas Extranjeros (inglés, portugués, japonés), en la Usach, donde quedó en los primeros lugares. Esa carrera es actualmente es su profesión, a la que dedica gran parte de su tiempo, el que equilibra ingeniosamente con la banda, y el cuidado de Vicente, su hijo de 3 años.
Tras conseguir trabajo en el área de traducción, "estaba buscando constantemente donde cantar", dice. Ahí conoció a Eduardo Poblete (teclados, sintetizadores), quien buscaba un vocalista para el conjunto que "recién estaba tomando forma".
De este modo, la joven de Hualpén decidió probarse, y bajo la mirada conjunta de Rodrigo Morris (productor y músico de Mar de Grises), se quedaron con ella. "Fue como un romance a primera vista", comenta.
Desde aquel momento la idea se concretó (2015), y así fue tomando forma el actual sexteto, conformado integralmente por Ana Carolina (voz y letras), Eduardo Poblete (teclados, sintetizadores), Sebastián Castillo y Cristóbal Emparán (guitarras), Tomás Quiroz (batería) y Juan Díaz (bajo). Hasta la fecha han editado un EP ("Vaho", 2015) además de un álbum de larga duración ("Último exhalario", 2016).
El año pasado realizaron una gira por Europa, participando de festivales en países como Rumania, Bulgaria y Bélgica, entre otros. En todos Mourning Sun fue aplaudida. "Cuando llegamos había gente con poleras del grupo, se notaba un gran cariño," relata la vocalista.
Durante su estada por esos países, Ana se pudo contactar con ex miembros de la banda que la llevó a iniciar su camino (The 3rd and the Mortal), los que actualmente forman parte de Manes. La invitaron a grabar temas en conjunto. "Fue un sueño que cumplí", cuenta, quien también colaboró con los españoles de Evadne, prestando voces para un nuevo disco.
PASAR PRUEBAS
Luego de una incipiente carrera, el año pasado la cantante debió pasar por uno de los momentos más complejos de su vida: el fallecimiento de sus padres.
"Durante la difícil etapa que fue la pérdida de ellos, pasé a ser el pilar de mis hermanos. Eso me hizo llegar a la conclusión de que cada palabra, canción, línea vocal y cada experiencia con alguien en mi vida debe ser trascendente, de lo contrario, se convierte en una total pérdida de tiempo", afirma.
La música es una profesión que Ana Carolina se toma con mucha seriedad, como también el respeto a sus seguidores, los que prefiere llamar "amigos de la música".
"Cuando decides tener una banda y hacer música, logras que a través de las letras se comunique, y ese mensaje debe poseer contenido, porque tras publicarse las canciones dejan de ser tuyas, te debes a tu público. Debes hacerte cargo de lo que entregas y estás diciendo, si no, mejor que no salga del computador", concluye.
- No son nombres inventados, sino los míos, me gustan mucho. Además, por mi profesión me siento muy atraída por la etimología de la palabra. Ana de origen hebreo significa, "llena eres de gracia". Carolina del germánico, significa "mujer fuerte, la que es fuerte". Creo que la combinación me representa bastante bien.