Un evento que se caracteriza por reunir música en vivo de calidad, sumándole la degustación de vinos nacionales. Una mezcla que, sin duda, deja satisfechos a los seguidores de una corriente musical exigente, acostumbrada a diferenciar los distintos ritmos y matices, que el jazz y el blues entregan durante la puesta en escena. La primera cita del ciclo 2017 se celebrará este jueves, las 20 horas, en las dependencias de Marina Club Discotheque, en el casino.

El inicio de la 11ª versión del "Jazz, vinos & blues", contará con la presencia del baterista Quintino Cinalli, músico argentino de amplia trayectoria, quien estará por primera vez en el ciclo.

El intérprete viene de compartir escenarios con artistas como Esperanza Spalding, Jeff Berlin, Pedro Aznar, Sandra Mihanovich y Carlos Baglieto, sólo por mencionar algunos.

Mario Soto, productor encargado del evento y gran fanático del jazz, explica la manera en que se expresa este particular artista trasandino. "El estilo de Quintino es muy versátil e inquieto, por lo que resulta difícil de encasillar, sus habilidades percusionistas mezclan las raíces folclóricas de Latinoamérica con jazz, funk y rock. A través de su música logra traspasar sus sentimientos creando ambientes fascinantes (...) La idea de abrir el ciclo con su talento es un privilegio", resume.

En esta ocasión, su show lo realizará en compañía de Óscar Pizarro (teclados), Esteban Fonseca (bajo), José Sánchez (trompeta) y Omar Lavadie (Percusión y voz).

Durante la jornada se escucharán temas de su última realización, "El aparecido".

"El disco es para retribuir un poco lo que he vivido en Chile, como también los 4 años que estuve en Concepción. En función de esto versioné canciones de Víctor Jara, claramente por el nombre del disco, además de otros artistas folclóricos de nuestra región y Latinoamérica. De este modo, busco internacionalizar más su legado", explica Quintino, quien confiesa una gran emoción con este regreso (desde febrero pasado está instalado en Santiago).

- Este concierto es muy especial para mí, porque más allá de lo musical y profesional que hice en la capital penquista, le tengo un gran cariño, y un arraigo impresionante. Acá vive mi hija y también grandes amigos con las que espero reencontrarme. Sabes, personalmente, es como volver casa, me siento muy afortunado por poder tocar ahí.

TOCAR COMO EN UN CLUB

Mario Soto recuerda cómo el evento tímidamente dio sus primeros pasos en 2007, antes de posicionarse como uno de los ciclos más importantes y destacados de este estilo musical en esta parte del país, y muy requerido por los músicos. "Al principio el Casino aún no existía. Su primera versión se hizo en la Alianza Francesa y luego en el Hotel el Dorado", recuerda sobre la iniciativa que en 2009 debuta en el casino Marina del Sol. "Casi lo inauguró", apunta con afecto el productor.

De alguna manera las características que tiene hacen de "Jazz, vinos & blues" algo único en Chile. "En promedio, la cantidad de público asistente es de 600 personas, y no existe un lugar en el país donde se presente un show de esta magnitud", comenta el encargado y creador del concepto.

- Creo que una de las cosas más importantes es que se logra crear un concepto de club. Si bien el espacio no es tan íntimo, le permite al público una gran movilidad sin desconectarse de lo que está pasando en el escenario.

EVENTO TRANSVERSAL

Con un total de 92 noches de jazz en esta parte de su carrera, el productor destaca la idea de que el ciclo reúne música en vivo de estilos como el blues, jazz, latin jazz, funk, reggae o rock, una vez al mes desde abril a diciembre.

"La edad de la gente que asiste es transversal, van desde los 20 a 60 años. La gracia es que en cada versión captamos más interesados por estos ritmos, que se van sumando a nuestro público permanente", señala Soto.

Las entradas pueden ser adquiridas en la boletería del casino, y a través de la plataforma en línea Welcu.com, existe un valor de preventa válido hasta el día previo al espectáculo, y las entradas también pueden ser adquiridas en puerta.

Sin contar este año que parte, este espacio de desarrollo artístico, que suma más de una década, ha conquistado a más de 62 mil asistentes.