Nabila Rifo responsabiliza a Ortega de la golpiza y descarta ataque sexual
Nabila Rifo, la joven de 29 años que fue brutalmente golpeada en Coyhaique en mayo pasado, declaró ayer durante cuatro horas en el Tribunal Oral en lo Penal de la capital de Aysén, entregando crudos detalles de la agresión que sufrió y apuntando a su ex pareja Mauricio Ortega como el único autor del hecho.
"Mauricio", respondió la mujer, usando lentes oscuros, cuando en la audiencia se le preguntó quién fue la persona que le pegó. "Yo vi a Mauricio cuando me pegó con las piedras, yo lo vi", agregó, sobre el episodio donde perdió sus dos globos oculares.
La víctima, cuya declaración fue transmitida vía streaming a petición de ella misma, aseguró que el único autor del ataque que sufrió fue el imputado y dijo que mintió cuando lo exculpó, con el fin de protegerlo.
"Relaté que Mauricio nunca me había agredido ni física ni sicológicamente porque no quería tener problemas", indicó Rifo. Así, dijo que inventó que el responsable de la golpiza había sido un "metalero", porque pretendía defender al padre de dos de sus hijos y a quien, hasta entonces, "quería mucho y teníamos proyectos".
"me humillaba"
La joven afirmó que nunca tuvo una buena relación de pareja con Ortega -con quien vivió cerca de un año- y que este solía agredirla física y sicológicamente. "La relación con él siempre fue mala, fue frío, calculador, siempre yo todo lo hacía mal y él era el único que hacía las cosas bien, me humillaba", comentó.
Si bien los primeros meses de convivencia el acusado se mostró como una pareja preocupada, Rifo relató que "eso le duró un mes, dos meses, pero empezó a alegar conmigo, con los niños, alegaba para todo (...) se molestaba por cualquier cosa, por la comida. Decía que no la hacía bien (...) Él me decía que era una maraca, una puta, que trabajaba en un restaurante y que nunca iba a cambiar".
episodio del hacha
Al ser consultada por el fiscal Luis González sobre el episodio de 2015 en que Ortega rompió la puerta de su casa con un hacha cuando ya no estaban juntos y ella pololeaba con otro hombre, la víctima comentó que su ex pareja le dijo:"Me buscaste el odio, mi mamá se va a morir, no me importa nada". "Me dijo que no le importaba irse preso. No lo vi ebrio, pero sí tenía los ojos rojos, como que estaba en otro mundo, no sé si de drogado o de furioso", recordó.
"Yo lloraba y gritaba, le pedí a los vecinos que llamaran a Carabineros", agregó.
el 14 de mayo
No volvieron a vivir juntos hasta dos meses después, cuando en un principio el acusado "era muy cariñoso, preocupado por mí". Después comenzaron las discusiones, a lo que se sumó la mala relación que se generó entre Ortega y su madre. "Hasta que pasó todo, el 14 de mayo", lamentó Rifo.
La joven comentó que ese día ayudó a Ortega a guardar un trozo de carne que estaban despostando y negó que en ese momento se haya cortado. Esa fue la versión que entregó el imputado para explicar la sangre de la joven que fue encontrada en su polerón.
Recordó la reunión que esa noche hubo en su casa con algunos amigos y detalló que cocinó carne al horno y se tomó una cerveza. "Después que comieron la carne nos fuimos al living y empezamos a beber", sostuvo, y añadió que se puso a bailar.
Más tarde Ortega se molestó luego que Rifo insultara a uno de los invitados, y se enojó aún más cuando comenzaron a discutir por dinero. Fue ahí que el hombre empezó a golpear las paredes y el refrigerador mientras la insultaba. Después de las 5 de la madrugada, Ortega volvió a denostarla y le pegó.
Ella salió de su casa y Ortega la siguió y le pidió "que nos arregláramos". Pero luego el acusado le pegó en la cabeza "con una piedra muy grande". "Cuando me pega la primera vez con el golpe, me botó en el pasto, después me pega tres veces más. Él se va y yo me hago la muerta para que no me siga pegando", detalló.
"ha sido un infierno"
Tras quitarse los anteojos en la audiencia para mostrar los efectos de la agresión, Rifo manifestó que desde entonces "ha sido un infierno".
"Cuando desperté sentí que todavía quería a Mauricio", explicó, argumentando que en un principio culpó a otra persona porque "quería protegerlo". A la vez, descartando que haya sido víctima de alguna agresión sexual, como sostiene la defensa de Ortega.
"La decisión de decir de la verdad tiene que ver porque no podría ver más a mis hijos", expresó. "Tenía ganas de morirme cuando no veía, de no existir, debo depender de otros", agregó.
Declaró que "no poder ver ha significado para mí mucho sufrimiento. Todos los días lloro porque ya no puedo vender mis muebles (el negocio al que se dedica), no puedo hacer la comida de mis hijos, ellos tienen que depender de otra persona, han crecido harto y no he podido verlos". "No puedo ver las tareas que hacen y eso es lo que más me duele", lamentó.
Cuando llegó el turno de la defensa de Mauricio Ortega, el abogado apuntó en varias ocasiones al cambio en la versión de la víctima, que en un principio exculpó a su ex pareja. "Ya le he dicho como veinte veces que fue para defender a Mauricio, porque yo lo quería", aseguró.
En medio de las preguntas de la defensa se reveló que Ortega no era la única pareja sexual de Rifo y molestó a la víctima y su defensa algunas preguntas realizadas por el abogado de Ortega sobre la vida sexual de la joven.