Carbohidratos y proteínas son claves para mantener la energía
"Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento" era el precepto médico que tenía Hipócrates, considerado padre de la Medicina moderna. Él, hace más de veinte siglos, tenía la certeza que la alimentación influye de manera decisiva en el estado de salud; convicción que cada día guía parece más actual debido a las propiedades beneficiosas que continuamente se descubren en diversos alimentos.
Así lo corrobora el nutricionista Edison Hormazábal, académico de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo, recalcando que no sólo se trata de cualidades para prevenir o enfrentar patologías o un estado de salud vulnerable, sino que para el correcto funcionamiento del organismo siempre es necesario adquirir nutrientes como vitaminas, minerales y fibra dietética, los que precisamente son entregados por una dieta variada y balanceada. "Manteniendo un equilibrio entre nutrientes podremos tener un organismo más saludable y con más energía", afirma.
Justamente, saber usar la dieta para mantener los niveles energéticos podría volverse especialmente importante en este periodo, donde grandes y chicos deberán retomar sus rutinas para enfrentar un nuevo año de responsabilidades.
Dyana Sepúlveda, académica de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián, aclara que para tener energía suficiente es fundamental considerar a diario cuatro tiempos de comidas principales y colaciones entre éstas. Por lo mismo, si en las vacaciones los hábitos alimentarios se desordenaron será necesario reorganizarlos para no saltarse ninguna comida.
EMPEZAR BIEN EL DÍA
El desayuno es clave, sostiene la profesional, pues entrega la energía principal para comenzar el día. "Algunos estudios muestran que el desayuno ayuda a mantenerse alerta, inicia el trabajo del metabolismo y mantiene satisfecho hasta el almuerzo", cuenta.
Por eso, afirma que beber sólo un café no es suficiente y si bien se puede incluir esta bebida u otras infusiones, lo ideal es que el desayuno contenga lácteos bajos en grasas, cereal y fruta. "Incluya también granos enteros, como los del pan integral rico en fibra. Según un estudio, las personas que consumen este tipo de alimentos en la comida más importante del día experimentan 10% menos de fatiga, menos episodios depresivos y mejoran sus habilidades cognitivas", detalla.
Por el contrario, si bien siempre hay que evitar los azúcares simples como pasteles y galletas, incluirlos en el desayuno puede ser un error aún más grande. "Si desayuna alimentos dulces, tendrá energía durante una hora. Pero al cuerpo no le gusta el exceso de glucosa en sangre y lo suprime de golpe secretando insulina. Toda esa azúcar se convierte en grasa y su cerebro se queda casi sin glucosa: por eso se siente soñoliento. La solución es un desayuno abundante, sin azúcar, con proteínas y carbohidratos complejos", manifiesta.
CORRECTA ELECCIÓN
Cuenta que una de las principales razones para sentir fatiga sería la ingesta insuficiente de proteína, la que se puede encontrar en el pollo, pescado, carne magra roja y legumbres combinadas con cereales, recomendando incluirla en el desayuno, almuerzo y/o cena. "Los alimentos basados en proteína proporcionan la energía al cuerpo para reparar y construir tejidos. Además, la proteína tarda más tiempo que los carbohidratos en descomponerse en el cuerpo, proporcionando una fuente de energía de larga duración", comenta.
Respecto a los carbohidratos, la fuente de energía predilecta del cuerpo, la nutricionista aconseja escogerlos bien, pues muchos de los procesados contienen poco o nada de fibra, por lo que su llamado es preferir granos (cereal, arroz y pan integral) para incluir este nutriente en el desayuno, almuerzo, cena y colaciones.
Sepúlveda añade que "los carbohidratos con almidón como los dulces, arroz blanco, pan blanco y pasta blanca enriquecida son algunos de los alimentos que causan somnolencia. Estos alimentos pueden hacer que sus niveles de azúcar en la sangre se vuelvan locos y ésta es la causa principal de ese cansancio de media mañana".
Elegir adecuadamente los carbohidratos es también fundamental a la hora de hacer una correcta elección de las colaciones para no saltarse comidas y mantener buenos niveles de azúcar en la sangre, y por ende energéticos. "Al dejar que dé demasiada hambre entre comidas, el azúcar en la sangre disminuye y se genera somnolencia", puntualiza.
Además, estos snacks pueden evitar comer en exceso durante el siguiente tiempo de comida principal y para que entreguen energía duradera, Dyana Sepúlveda aconseja combinar carbohidratos complejos con una proteína y/o grasa, entregando como opciones yogur con fruta, frutos secos o un sándwich de palta y tomate. "La proteína y grasa retardan la descomposición de azúcar en la sangre, previniendo la fatiga", concluye.