Ha pasado un mes desde que las primeras llamas azotaran cerca de 500 hectáreas en distintas zonas de la Región, principalmente en el sector Rinconada, en Bulnes. Dicho hito, ocurrido el 22 de enero, marcaría el comienzo de dos semanas de incendios que consumieron 120 mil hectáreas, transformándose en una de las mayores catástrofes en la historia del Biobío.
Con un panorama más tranquilo y con sólo algunos focos activos, el subsecretario de Obras Públicas y delegado presidencial para la reconstrucción, Sergio Galilea, visitó por segunda vez el Biobío para constatar en terreno el avance de los trabajos en las viviendas de emergencia.
"En el Maule tenemos el 75% de los problemas, el 5% nos queda en O'Higgins y un 20% es del Biobío. Por ello uno debe buscar por dónde avanzar. La complejidad acá es que todas las viviendas están dispersas", detalló con un estilo de respuestas rápidas, sin dobles lecturas y una reconstrucción por delante.
-Cuesta mucho hacer una vivienda como las que estamos levantando, que son con todas las de la ley. Parece una vivienda modesta, en el sentido que tienen 26 metros cuadrados, pero cuentan con condiciones muy superiores respecto a lo que eran las mediaguas. A una cuadrilla le cuesta tres días levantar una de estas viviendas; usted sume la cantidad de trabajadores, empresas y voluntarios necesarios. Por ello decidimos que efectivos de la Marina y Ejército participaran en el ensamblado de estas soluciones habitacionales, con capacitaciones, además de aumentar las brigadas.
-Usted siga contando los meses. Esto partió con fuerza el 25 de enero, pero el descontrol se alcanzó el 6 de febrero. La reconstrucción partió el 10 de este mes y si en once días hemos habilitado 200 viviendas en el mundo rural, quiere decir que no estamos tan mal.
-Piense además que estas cerca de mil viviendas se encuentran alrededor de toda nuestra geografía rural, lo que hace que esta sea una tarea titánica, tal y como fue levantar 520 kilómetros de cortafuegos. Esperamos que la Región del Biobío pueda cumplir su meta el 31 de mayo, pensando en que para el invierno no estén familias sin su vivienda de emergencia. En Florida tenemos la tarea más ardua en la Región, pensando en un centenar de viviendas a levantar. Esperamos cumplir con ello a fines de mayo. Según nuestros cálculos, ya están cerca de sesenta viviendas instaladas en la Región. Partir es más complejo, por el grado de especialización necesario para construir las viviendas.
-Vamos a ver, pero no se puede adelantar mucho. Yo pongo el plazo del 31 de mayo, ya que la tarea se ha vuelto muy compleja. Existe mucho detalle, mucha solución particular. De la vez pasada a ahora hemos sumado cien situaciones no contabilizadas, a lugares donde no habíamos llegado y son mucho más apartados. Acá solucionas un problema y aparecen muchos más, porque la gente dice también "esta es mi oportunidad".
-Nos comprometimos a finales de mayo a contar con todas las viviendas. Imagínese si sólo llegamos al 80% del total, habríamos construido cerca de 800 viviendas en cuatro meses, algo totalmente inédito en nuestro país.
AUTOCRÍTICA
-Para un incendio de registro mundial, el país respondió muy bien. Yo quiero que el país también responda bien a la reconstrucción, ya que es una tarea solitaria, con muchos detalles y complicaciones, ya que son familias con rostro preciso, gente de tercera edad e inválidos. Es la cara de la ruralidad en Chile.
-Todas estas historias llevan al aprendizaje y muchas veces tiene un grado de comprensión menor. Recuerdo que con funcionarios de la Subsecretaría estuvimos treinta días en Copiapó solucionando el problema que teníamos, una inundación inédita para la zona. Después de 42 días, la situación se arregló, siendo que los expertos proyectaban en seis meses la reconstrucción. Esos son los récords silenciosos que tiene la gente de nuestro país, como en otros lugares. Esto está lleno de historias.