El agotamiento de los recursos terrestres y la ausencia de un contingente aéreo suficiente para hacer frente a la emergencia, obligó al Estado de Chile a contratar medios de otros países y aceptar los ofrecimientos que hicieron otros países y algunos particulares, como el caso de la chilena erradicada en Estado Unidos, Lucy Avilés, que realizó una histórica donación que permitió que el Boing 747-400 Supertanker, el avión más grande del mundo para el combate de incendios, llegara a nuestro a país a colaborar con el trabajo de Conaf en la extinción de los incendios forestales.
Tras la llegada del Boing 747, se sumaron los dos Hércules C-130 que llegó desde Brasil, el Sikorsky S-64 desde Estados Unidos, así como también una serie de naves menores que desde distintos puntos del país operan para apagar los incendios.
Respecto de la última aeronave extranjera en arriba a la Región, el director (i) de la Conaf, Alberto Bordeu, señaló que "la ventaja de estos helicópteros es que permiten hacer lanzamientos en los puntos calientes con mucha precisión y que son de difícil acceso, lo que nos va a venir muy bien".
COMBINACIÓN DE TRABAJO
Es importante mencionar que si bien las aeronaves han sido fundamentales para combatir los distintos focos de incendio en la Región, el trabajo de extinción del fuego no se hace sólo desde al aire, sino que sólo "permiten bajar la energía del fuego para reforzar el trabajo de línea que realizan brigadistas y bomberos en el terreno", Además, señaló Bordeu, es precisamente desde tierra desde donde se dan las indicaciones para realizar las descargas para aplacar el incendio.
Tras la descarga, el equipo de tierra realiza surcos para flanquear el fuego y así detener su avance hasta contenerlo.
VENTAJAS
Las ventajas de los helicópteros por sobre los aviones como el Supertanker o el Hércules C-130, radican en la capacidad que tienen los primeros de poder detenerse y realizar una descarga controlada en un sólo punto. Mientras que los aviones esparcen en agua en un área más grande.
Además, los helicópteros tienen la capacidad de cargar agua desde cualquier fuente, mientras que los aviones deben volver a su base, ya sea Carriel Sur para el caso de los aviones brasileños o el aeropuerto de Santiago para el caso del Supertanker.