Irritación ocular, aspiración de humo, crisis de asma, faringitis, gastroenteritis y alergias han sido las principales consultas recibidas en el Hospital San Agustín, en la comuna de Florida.

De acuerdo a lo informado por el Servicio de Salud Concepción, en relación a las atenciones de salud, el sábado pasado se atendió a 23 pacientes y hasta la tarde del domingo a otras 14 personas que habían concurrido por diversas situaciones relacionadas con el incendio forestal que afecta la comuna.

"La idea es no bajar la guardia en ningún momento, y desplegar todo el apoyo de la Red de Salud para alcanzar los puntos de atención que sea necesario. Hay que recordar que estas zonas como Hualqui y Florida tienen muchos sectores rurales, por lo que es clave poder llegar a ellos de forma oportuna", explicó el director del servicio, Marcelo Yévenes.

Además de estas atenciones, en paralelo el equipo de psicotrauma se mantuvo en terreno desde que se inició la emergencia por los siniestros, con el fin de fortalecer el apoyo a niños y adultos de sectores afectados.

Primero se concentraron en Florida y luego en Hualqui, además de otros lugares donde hay población afectada, como es el caso de Concepción.

Mientras que en Hualqui se corroboró que el Sapu asociado al Cesfam de esa comuna se mantenía funcionando con equipo completo y cuadrillas de la Red Asistencial desplegados en postas rurales, en la comuna floridana se acompañó a los profesionales que atienden en la carpa que instaló la Dirección de Administración de Salud (DAS) de San Pedro de la Paz, en el puesto de mando donde se coordinaba el combate al fuego.

Capacitar a la población que habita cerca de zonas con alta presencia de combustible vegetal, además de aumentar la presencia de depósitos con agua que ayuden al abastecimiento para la lucha del fuego, son medidas complementarias que se podrían tomar en la labor de combate de incendios forestales como los que afectan a la Región en la actualidad.

Esa es la opinión que expresa Eduardo Peña Fernández, doctor en Ecología del Fuego e ingeniero forestal, académico de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción.

-Ha sido la correcta, considerando su tamaño. Sin duda que la gente podría decir que faltan recursos, pero en realidad es fácil hacer la crítica porque cuando hay más de cien focos, definitivamente hay que tomar decisiones sobre dónde se concentra el esfuerzo y habrán algunos que se tendrán que abandonar y deberán ser atendidos por los vecinos.

Antes se decía que la comunidad no debía participar en el combate, pero opinó que cuando se registran eventos tan grandes, la comunidad va a participar igual, para mi gusto sería mejor capacitarla e implementarla para hacer el primer ataque más seguro (al incendio).

-Esto habría sido beneficioso, por ejemplo, en el caso de Santa Olga (localidad de la Región del Maule altamente afectada). Si el propietario privado no hace la mantención para eliminar el combustible, lo tiene que hacer la comunidad, porque es ésta las que puede ser afectada. No se puede construir hasta el límite de un terreno y después decirle a un propietario que arregle el problema.

-Se critica la preparación de las brigadas y la verdad es que la capacitación que reciben es la misma que se aplica en todas partes del mundo.

La estrategia en Chile es atacar el incendio al inicio y si se revisan los datos, más del 90% de los incendios son menores de 15 hectáreas, porque se atacaron oportunamente. Los que se escapan es porque tienen condiciones favorables o hay demasiados focos, y es poco lo que se puede hacer en esos casos.

-Lo que podría ayudar bastante al combate es contar con depósitos de acumulación de agua, en especial en las zonas más susceptibles, de tal manera que el accionar de los helicópteros sea más rápido, es un tema que las empresas hacen y con eso mejoran el abastecimiento de agua. Conaf no tiene propiedades y no puede instalar depósitos, pero la gente debe entender que el problema de los incendios llegó y con cierta frecuencia las zonas se van a quemar si no se es cuidadoso, por lo tanto cada propietario que tuviera la opción de hacer una fuente de agua, debería hacerlo.

-Entre los más grandes está el 1989, 1999, 2009, cada 10 años más o menos ocurren. Se quema una extensión grande y queda todo despejado y crece la vegetación y se acumula combustible en ocho a 10 años, pueden haber incendios antes, pero no tienen mucho combustible.