Sólo un rato antes de su partido había llegado al CD Alemán desde Curanilahue, tras un agotador viaje con taco incluido que duró casi dos horas. Pero en cancha el equipo se sacudió rápido el cansancio y mostrando una sintonía casi perfecta debutó con éxito en la tradicional Copa Alemania derrotando por 2-0 al equipo de Barúa de Los Angeles en el polideportivo sampedrino.
Hace nueve años atrás, quizás una década, el vóleibol como tal no estaba desarrollado en una comuna que siempre se ha caracterizado por ser una potencia en disciplinas individuales como la halterofilia o el ciclismo.
Pero en esos mismos establecimientos desde donde salen talentosos deportistas, como la Escuela Ramiro Roa y el Liceo Mariano Latorre, también emergen proyectos destinados a los remaches. Y el crecimiento ha sido exponencial, como lo avalan, por ejemplo, los cinco títulos regionales consecutivos en categorías menores que luce la selección de vóleibol de Curanilahue.
Uno de sus profesores es Patricio Fuentes, quien está a cargo del trabajo a nivel de enseñanza básica en la Ramiro Roa, además de un taller comunal de vóleibol. "La disciplina no existía como tal hace años atrás. Y como deporte colectivo obviamente involucra otros aspectos, como el hecho de poder mantener un grupo durante mucho tiempo y luchar contra la deserción deportiva. Son cosas que hay que manejar. Por fortuna, este grupo se ha mantenido. De hecho, hay niños que partieron en 4º básico y ya van en 4º medio. Somos casi como una familia", cuenta.
Salvo un jugador, refuerzo de Castro y que el propio coach invitó luego de haberlo visto en un Nacional Sub 14, el resto son todos jugadores de Curanilahue, con mixtura de edades que van entre los 14 y 15 y los 17 y 18 años. "Todos tienen campeonatos en el cuerpo y con experiencia. Dos de ellos, de hecho, estuvieron en la selección chilena. Y eso es aún más meritorio porque significa que se está haciendo un buen trabajo", añade el técnico que no deja de agradecer el apoyo municipal y el de las propias familias.
CON UN SUEÑO...
"Al principio nos costaba un monton poder venir a torneos. Nadie nos invitaba por ser una comuna algo alejada y eso era fome porque lo que uno más quería era poder mejorar, enfrentarse a rivales mejores y superarse. Al final, teníamos que arreglarnos entre nosotros. Pero eso ha cambiado. Hoy somos pentacampeones regionales y ese es un tesoro que tenemos", comenta Joaquín Pérez (17), armador y capitán del equipo que logró la quinta corona en el torneo disputado en Lota.
Por supuesto, el objetivo del equipo en la Copa Alemania no sólo es el podio. "Venimos a luchar por el primer lugar, pese a que nos costó reunir al grupo y porque algunos estaban en la selección regional. Pero pudimos juntarnos una semana antes, entrenar con todo y aquí estamos. Siempre queremos luchar por el primer lugar", apuesta.
En cuanto a sus sueños personales, el alumno que cursa 4º medio en el Liceo Mariano Latorre espera llegar a la universidad a través de una beca deportiva. "Ojalá a la Universidad de Concepción y manterme ligado al deporte. ¿Llegar a la selección nacional? Es difícil por mi porte (1.72). De hecho, cuando estuve en la selección juvenil tenía que enfrentarme a jugadores de 1.90 y no me quedaba otra que saltar no más", cierra entre risas.