Documental de Pedro Chaskel cierra "Miradoc"
"De vida y de muerte: testimonios de la Operación Cóndor" es la última película de un total de 8 que este año ofreció el ciclo "Miradoc" en la capital regional.
La cinta dirigida por Pedro Chaskel, nombre histórico del cine chileno, se presentará en sus dos últimas funciones en la Alianza Francesa: hoy y el jueves, a las 19 horas (Colo Colo 1). Como agregado "navideño", la película será precedida por el clásico cortometraje "Venceremos", realizado en 1970.
El director de documentales como "Una foto recorre el mundo" (1981) y "Somos +" (1985), se introduce en "De vida y muerte", en un episodio dramático de la historia nacional y América Latina: La Operación Cóndor.
Se trata de un recorrido por aquella acción "concertada de las dictaduras latinoamericanas de los años 70 y 80, para perseguir y reprimir a sus opositores. Un plan continental, cuyos detalles se han ido conociendo muy fragmentadamente, y donde la mayor parte de sus responsables permanece libre y sin juicio alguno", en palabras de quien también fue montajista de "La batalla de Chile (1975 -1979).
EMOCIONES PRESENTES
Para este documental, la base de la investigación fueron los llamados "Archivos del horror", documentos que se publicaron en Paraguay en 1992, y que muestran las comunicaciones entre los servicios represivos de las dictaduras de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay durante aquellos años.
"El rodaje incluyó un viaje de investigación y luego grabaciones en Asunción, Buenos Aires, Montevideo y Santiago. Con un equipo muy reducido de sólo tres personas, registramos testimonios y experiencias muy valiosas de sobrevivientes, periodistas, investigadores y estudiosos", señala el cineasta.
En ese sentido, explica, la mirada de las víctimas es la otra cara del documental.
"El registro tiene de la alta calidad humana de los personajes presentes o que se mencionan en el documental. Al mismo tiempo es una explicación muy clara, casi didáctica, de en qué consistió la Operación Cóndor y de cómo afectó los Derechos Humanos de sus víctimas", apunta el realizador de 84 años.
Sobre este punto señala que una pieza documental no tiene sólo que entregar cifras o una recopilación de informaciones.
"Un documental que sólo contenga la información sin la emoción resulta finalmente ineficaz. Creo que en este trabajo logramos el equilibrio necesario entre la información y la emoción", concluye Chaskel.