Frases como "es la vida y no la muerte la que carece de límites" o "sé valiente y habla ahora", acompañadas de fotos con amigas y de su gira por Bariloche, rodean la colorida habitación de Sofía Schweitzer (18), quien mientras es retratada por los medios de comunicación cuenta cómo se enteró que había conseguido el máximo puntaje nacional en la Prueba de Selección Universitaria (PSU).

"Me llamaron de la Pontificia Universidad Católica cuando estaba en casa de mi pololo, y apenas vi que era un número desconocido supe que era por el puntaje. Tenía nervios y harta expectativa, porque ya eran las tres y no llamaba nadie, pero pasaron algunos minutos para que me confirmaran", narra la joven oriunda de San Pedro de la Paz y estudiante del Colegio Almondale de dicha comuna.

Sofía logró el mayor puntaje nacional de la última PSU, al conseguir 850 puntos en la prueba de Matemáticas y 837 en Lenguaje, destacando con el mejor puntaje promedio además del mérito académico (categoría añadida este año), al terminar su enseñanza media con promedio 6,8 y tener el mejor ranking en su colegio.

De esta forma, encabeza el grupo de doce estudiantes con catorce puntajes nacionales que tuvo la Región del Biobío, duplicando la cifra respecto al año anterior, con nueve puntajes destacados en matemáticas y cinco en ciencias.

Acompañada en todo momento por Carlos y Cecilia, sus padres, además de su gato Cotito, la joven cuenta que tiene claro qué carrera estudiará, pese a haber recibido llamados de más de una decena de casas de estudios de Santiago y Concepción.

"Mis papas están súper orgullosos, se emocionaron bastante. Mi pololo me felicitó, me dijo que era seca y todos tenían muchas expectativas en mí, menos yo, porque prefiero tomarme las cosas con mesura. Quiero estudiar medicina en la Universidad de Concepción. Pensé que podría entrar así como justo, pero este es un premio a tanto esfuerzo. Ahora sí me dará el puntaje sin ningún problema", menciona feliz.

ORDEN Y MÉTODO

Minutos antes de recibir en su casa a los medios de comunicación, Sofía contesta las preguntas de El Sur vía telefónica y cuenta, entre otras cosas, que reforzó la preparación más allá de lo que aprendió en el colegio.

"Fui a dos preuniversitarios: al Pedro de Valdivia de San Pedro, donde tenía Lenguaje y Matemáticas. Después me metí a un intensivo en el Cepech, porque me dieron una beca. Además el colegio tenía una excelente base y parte importante de esto es gracias a ellos", señala la joven fanática de Taylor Swift, de distintas series como Criminal Mind o Grey's Anathomy, y de salir con amigos.

Sobre su método de trabajo cuenta que "yo estudiaba todos los días en el preuniversitario, menos el domingo. Las últimas semanas sólo me dediqué a estudiar y resolver dudas. Por ejemplo, los sábados iba al preuniversitario desde las 10 a las 17.30, en la semana era una hora y 20 minutos diarios. Nada de salir, pero valió la pena y ahora puedo hacerlo", complementa entre risas.

Su madre, Cecilia Luck, cuenta que "recibimos esta noticia con sorpresa a medias, ya que siempre me lo esperé porque es una alumna excelente y le gustaba mucho aprender. Se preparó mucho y significó mucho esfuerzo para ella. Qué mejor regalo de Navidad que este y me siento muy orgullosa. Ella no demuestra mucho lo que siente con nosotros, y me tuvo hasta el último minuto con la duda, ya que no me dijo como le fue".

En tanto, su padre, Carlos Schweitzer, agrega con voz entrecortada que "siempre supimos que le iría bien, pero no tanto como lo pensábamos. Es fruto del trabajo y la paciencia, ya que estudiaba todo el día y no compartía mucho". Cuenta además que cuando se enteró "estaba en una reunión, me llamó mi señora y no le pude contestar. Tampoco a mi hija, pero en un grupo de Whatsapp lo contaron y ahí por todos lados. Me emocioné en la oficina, cuando me felicitaron y lloré tranquilamente por la alegría que significa".

Al cierre, Sofía plantea que este es el fin de una etapa: "Me lo tomo con tranquilidad, porque igual no es la gran cosa y ahora viene la universidad, que es más complicada".